sábado, 12 de noviembre de 2011

LITERATURA, ÉPOCA ANTIGUA

Lenguaje y Comunicación

LITERATURA DE LA ÉPOCA ANTIGUA:HISTORIA LITERARIA I.
¿Qué es Literatura?

Conjunto de las composiciones literarias de un pueblo, época o género.  Conjunto de obras sobre algún arte o ciencia.

La Primera civilización en utilizar las diversa composiciones literarias fueron los:

Egipcio

Literatura egipcia, registrada en inscripciones o escrita en papiros.

La literatura  egipcia se caracteriza por su amplia diversidad de tipos y asuntos tratados; abarca desde el Imperio Antiguo, del 2755 al 2255 a.C., hasta el periodo grecorromano, a partir del 332 a.C. Utiliza recursos literarios como el símil, la metáfora, la aliteración y el equívoco.
FORMAS LITERARIAS
La literatura religiosa del antiguo Egipto incluye himnos a los dioses, escritos mágicos y mitológicos, y una extensa colección de textos funerarios. El campo de la literatura incluye historias, literatura instructiva conocida como "textos de instrucción", poemas, escritos biográficos e históricos y tratados científicos, incluyendo textos matemáticos y de medicina.
 Destacan también numerosos textos legales, administrativos y económicos, así como documentos privados en forma de cartas, aunque no sean literatura propiamente dicha. Los autores de varias composiciones que datan del Imperio Antiguo y el Medio, del 2134 al 1668 a.C., fueron venerados en épocas posteriores. Proceden de la clase culta de los funcionarios del gobierno del más alto nivel, y su audiencia estaba formada, sobre todo, por gente educada como ellos. En realidad, muchas composiciones literarias del Imperio Medio fueron compuestas como propaganda política para enseñar a los estudiantes, que aprendían a leer y a escribir copiándolos (en tablillas y fragmentos de arcilla), a ser leales a la dinastía regente. La mayoría de estos textos de instrucción los siguieron copiando los copistas del Imperio Nuevo, desde el 1570 hasta el 1070 a.C., 500 años más tarde, junto con otros textos de su momento, destinados a socavar el encanto de la nueva profesión militar. Algunas de estas historias incluyen elementos de la mitología y es posible que procedan de tradiciones orales.
También los Egipcios tenían divididas por parte las formas de ver la literatura
IMPERIO ANTIGUO
La literatura más antigua que se conserva, los textos de las pirámides, son inscripciones funerarias, grabadas en el interior de las pirámides de los reyes y reinas de la última parte del Imperio Antiguo, que se hacían para asegurar el debido destino del gobernante muerto en la vida eterna. Se trata de textos que proclaman himnos a los dioses y componen rituales de ofrendas cotidianas. Muchas inscripciones autobiográficas de tumbas privadas recuerdan la participación del difunto en acontecimientos históricos. Aunque no se conservan historias ni textos de instrucción del Imperio Antiguo, algunos manuscritos del Imperio Medio podrían ser copias de originales más antiguos. Un ejemplo sería La Instrucción del Visir Ptahhotep, compuesto de máximas que ilustran virtudes básicas (como moderación, sinceridad y bondad) que deben regir las relaciones humanas y describen a la persona ideal como un administrador justo.
PRIMER PERIODO INTERMEDIO
Después de la caída del Imperio Antiguo, mucha gente se apropió de los textos de las pirámide. A estos textos se les añadieron sortilegios nuevos, y se pintaron en ataúdes, por lo que se les ha llamado textos de los sarcófagos. Personajes no aristócratas continuaron inscribiendo sus tumbas con textos autobiográficos que a menudo contaban sus hazañas durante esta época de inquietudes políticas. A este primer periodo intermedio (2255-2035 a.C.) se atribuyen varias lamentaciones acerca del caótico estado de los asuntos, una de las cuales, El diálogo de un Hombre con su Ba ("alma"), es un debate sobre el suicidio; y otra, el ejemplo más antiguo de las canciones que cantaban los arpistas en los banquetes funerarios, aconseja "¡Come, bebe y sé feliz, antes de que sea tarde!".
IMPERIO MEDIO
Además de los textos de los sarcófagos, la literatura religiosa del Imperio Medio comprende numerosos himnos al rey y a varias divinidades incluyendo un largo himno al Nilo, y textos rituales. Se siguió con las inscripciones de autobiografías privadas que contienen información histórica y los gobernantes empezaron a levantar pilares en los que se detallaban sus hazañas importantes. Tanto del primer periodo intermedio como del Imperio Medio nos han llegado textos de instrucciones, siempre escritos en nombre del soberano reinante, narrando a su hijo y sucesor cómo varios acontecimientos históricos específicos influyeron en su reinado y cómo el hijo debería sacar provecho de los errores de su padre. La Sátira de los Oficios subraya los aspectos negativos de todas las posibles ocupaciones en contraste con la vida fácil del escriba. Entre la narrativa que se desarrolló durante el Imperio Medio destaca Aventuras de Sinuhé, que cuenta la historia de un oficial de palacio que huyó a Siria a la muerte del faraón Amenemhet  convirtiéndose en un hombre rico e importante; El Relato del Campesino elocuente, un hombre que hacía ruegos tan elocuentes para que le devolvieran sus asnos robados que fue encarcelado durante un tiempo para que los funcionarios pudieran disfrutar de sus discursos; Relato de un náufrago, que narra un encuentro fabuloso con una serpiente gigantesca en una isla exuberante, y La historia del rey Khufu y los magos. El papiro más antiguo que se conserva sobre medicina y matemáticas también pertenece a este periodo.
EL IMPERIO NUEVO
El faraón Kamose, que reinó del 1576 al 1570 a.C., a finales del segundo periodo intermedio (1720-1570 a.C.), recogió las primeras etapas de la expulsión de Egipto de los hicsosTutmosis III mandó inscribir sus guerras en Siria tanto en una estela (llamada la estela poética) como en los murales del templo de Karnak. Ambos registros describen cómo el rey llama a sus consejeros, les informa de lo difícil de su situación, y éstos le aconsejan que intente la solución fácil, pero él les dice que no tiene miedo y que se atreverá a escoger el camino más peligroso; naturalmente, el rey lo hace y triunfa. Los últimos faraones del Imperio Nuevo, especialmente Ramsés II y Ramsés III, también dejaron relatos extensos de sus hazañas militares. Se conservan narraciones y crónicas poéticas de los éxitos de Ramsés II en la batalla de Kadesh contra los hititas. Estos textos instructivos, dirigidos a las escalas más bajas de la burocracia, ya no se basan en la suposición de un pensamiento correcto y un proceder justo que automáticamente conducían al éxito, sino en la meditación y la paciencia. Hay muchas historias que implicaban a personajes mitológicos como La Disputa de Horus y Seth; La destrucción de la humanidad, en la que los seres humanos son librados de la aniquilación emborrachando a la diosa Hathor con cerveza color de sangre; y El Relato de los Dos Hermanos, historia de un joven bueno que es traicionado por su malicioso hermano mayor. El viaje de Unamon relata las pruebas y tribulaciones de un agente enviado a comprar madera en Biblos. También existen varias colecciones de poemas de amor de este periodo.
EL ÚLTIMO PERIODO
Se conocen ejemplos de las diversas formas literarias egipcias de los siglos siguientes, dentro de la era grecorromana, que incluyen nuevas composiciones religiosas, relatos históricos privados y reales, instrucciones, historias y tratados científicos, como papiros sobre medicina, matemáticas y astronomía. Las enseñanzas de Anjsesongy, una colección de máximas muy pragmáticas, muchas de las cuales suenan como proverbios, y Las enseñanzas del papiro insinger, que retrata a la persona sabia como moral y piadosa, contrastan profundamente con los textos anteriores basados en la creencia en las recompensas en esta vida. En este periodo se escribieron historias sobre las aventuras de varios magos, como un ciclo que relata las hazañas de un rey legendario, Petubastis, un cuento en su mayor parte mitológico que presenta una serie de fábulas de animales. Los contactos con la literatura griega coetánea son evidentes tanto en el ciclo épico como en las fábulas, por otro lado, los textos egipcios (incluyendo la literatura profética) también se tradujeron al griego, y además hay un conjunto de textos mágicos conocidos en ambas literaturas. De esta época data la famosa Piedra Rosetta, cuya inscripción ensalzando al rey Tolomeo V en caracteres jeroglíficos, demóticos y griegos, fue la llave para descifrar la escritura egipcia y por tanto para la fundación de la moderna egiptología.
La piedra Rosetta     

Los otros que fueron como los imponentes de la literatura fueron los Griegos.
                                                 GRECIA
 La Literatura de los pueblos de Grecia desde finales del segundo milenio a.C. hasta la actualidad. Se desarrolló como expresión nacional con escasas influencias exteriores hasta el periodo helenístico y tuvo un efecto formativo en toda la literatura europea posterior.
EL PERIODO PRIMITIVO
Los escritos del periodo primitivo de la literatura griega son, casi en su totalidad, textos en verso. Los primitivos habitantes de Grecia, los pueblos de las civilizaciones egea y micénica, poseyeron una literatura oral compuesta en su mayor parte por canciones que hablaban de las guerras, las cosechas y los ritos funerarios. Los helenos se apropiaron de estas canciones en el segundo milenio a.C. y, aunque no se conserva ningún fragmento, los cantos de los aedos dedicados a los héroes prefiguran la poesía épica.
La épica griega alcanzó su máximo esplendor con la Iliada y la Odisea de Homero, aunque se cree que pueden ser obra de una sucesión de poetas que vivieron a lo largo del siglo IX a.C.. Escritos en dialecto jónico con mezclas eólico, la perfección de sus versos hexámetros dáctilos indica que los poemas son la culminación, más que el principio, de una tradición literaria. Los poemas épicos homéricos se difundieron en las recitaciones de cantores profesionales que, en sucesivas generaciones, alteraron el original, actualizando el lenguaje. Esta tradición oral se mantuvo durante más de cuatro siglos.
Otros acontecimientos míticos y heroicos que no se celebran en la obra homérica o que no se narran en su totalidad, se convirtieron en el argumento de varios poemas épicos posteriores, algunos de cuyos fragmentos se conservan. Un grupo de estos poemas épicos, compuestos entre 800-550 a.C., por un número indeterminado de poetas conocidos como poetas cíclicos, tratan de la guerra de Troya y la expedición de Los Siete contra Tebas. Entre los poetas épicos conocidos, casi todos posteriores, se cuentan Pisandro de Rodas, autor de la Heracleia, que trata de las hazañas del héroe mitológico Hércules; Paniasis de Halicarnaso, que escribió una obra también llamada Heracleia, de la que sólo se conservan algunos fragmentos, y Antímaco de Colofón o Claros, autor de la Tebas y considerado fundador de la llamada escuela de poesía épica. Antímaco influyó poderosamente en los poetas épicos alejandrinos posteriores La crítica textual contemporánea ha establecido que varias de las obras atribuidas en un principio a Homero son de autoría posterior. Las más tempranas son, probablemente, los llamados 34 himnos homéricos, fechados entre el 700 y el 400 a.C., una magnífica serie de himnos a los dioses escritos en hexámetros dactílicos. Entre otros poemas semejantes destaca la burlesca Batracomiomaquia.
Poco después de Homero, el poeta Hesíodo escribió su obra principal, Los trabajos y los días, compuesta también en dialecto jónico con algunas mezclas de eólico. Es el primer poema griego que abandona la leyenda o el mito para centrarse en la vida cotidiana, las experiencias y pensamientos de un granjero beocio. La Teogonía, normalmente atribuida a Hesíodo, aunque algunos críticos la consideran posterior, narra el nacimiento del orden a partir del caos y el de los dioses.
El dístico elegíaco se popularizó en toda Grecia durante el siglo VII a.C. y se utilizó en composiciones de todas clases, desde canciones fúnebres a canciones de amor. El primer autor conocido de elegías fue Calino de Éfeso. Otros famosos poetas elegíacos primitivos fueron Tirteo de Esparta, Mimnermo de Colofón, Arquíloco de Paros, Solón el primer poeta ateniense y Teognis de Megara.
Se cree que el creador del verso yámbico fue Arquíloco, que lo utilizó ampliamente en sátiras mordaces. Solón y muchos otros poetas también lo usaron en poemas reflexivos. Puesto que representa los ritmos de la antigua habla griega con mayor fidelidad que ningún otro metro, el verso yámbico empezó a emplearse también en el diálogo de las tragedias, en la forma de trímetro yámbico. Las fábulas de Esopo se escribieron originalmente en trímetros yámbicos, aunque los textos que han llegado hasta nuestros días datan de mucho tiempo después
Algo de historia
El primer historiador griego, Heródoto, escribió una crónica de las guerras persas (500-449 a.C.) en dialecto jónico. Su principal obra, Historias, es apreciada por su rica información sobre la Grecia antigua, así como por su estilo sugestivo. Tucídides fue el primer gran escritor ático de prosa, y con su Historia de la guerra del Peloponeso se ha ganado el título de primer historiador crítico. Las principales obras literarias del historiador y soldado Jenofonte fueron Anábasis, un relato de los mercenarios griegos que trataron de escapar de Persia; Memorabilia, una refutación de los cargos aportados contra Sócrates, junto con impresiones personales en forma de diálogo sobre su carácter y su filosofía; y Hellenica, en la que Jenofonte prosigue la historia de los griegos en el punto en que Tucídides la dejó. Un historiador posterior, Timeo, escribió una historia de Sicilia y se tiene noticia de que inventó el método de calcular el tiempo en las Olimpiadas.

Poesía lírica

La poesía lírica procede de canciones acompañadas de la lira, y en la antigua Grecia había dos tipos principales, la personal y la coral.
La lírica personal se desarrolló en la isla de Lesbos. El poeta y músico Terpandro, que había nacido en Lesbos pero que vivió casi toda su vida en Esparta, está considerado como el primer poeta lírico griego porque fue el que antes compuso música y poesía. La mayor parte de sus poemas eran nomos o himnos litúrgicos en honor de Apolo, y cantados por un solo intérprete acompañado de la lira.
Después de Terpandro aparecieron en el siglo VII a.C. los grandes poetas de Lesbos. Los poemas líricos de Alceo, inventor de la estrofa alcea, hablan de temas políticos, religiosos e intimistas. Safo, la poetisa más importante de la antigua Grecia, creó la estrofa sáfica aunque escribió también en otras formas líricas. Sus poemas de amor y amistad se encuentran entre los más apasionados y mejor trabajados de la tradición occidental. Los poetas lésbicos, así como varios poetas líricos posteriores de otras ciudades griegas, compusieron en dialecto eólico.
En el siglo VI a.C., el poeta Anacreonte escribió alegres poemas sobre el vino y el amor en varios metros líricos; sus obras posteriores, similares en tono y tema, se conocen como anacreónticos. También escribió dísticos (pareados) elegíacos, epigramas y poemas en metros yámbicos.
La lírica coral surgió en el siglo VII a.C. obra de poetas que escribieron en dialecto dórico, dominante en la región de Esparta, y que se utilizó incluso en épocas posteriores cuando los poetas de otros lugares de Grecia adoptaban este género lírico. Los poetas espartanos fueron los primeros en escribir de esta forma canciones para celebraciones públicas religiosas. Más tarde lo hicieron para celebrar triunfos personales, como, por ejemplo, una victoria en los juegos olímpicos.
Taletas, que viajó de Creta a Esparta para sofocar una epidemia con himnos corales a Apolo, fue probablemente el primer poeta lírico coral. Le siguieron Terpandro, que escribió tanto poemas líricos intimistas como corales; Alcmán, autor sobre todo de partheneia, es decir, himnos procesionales corales cantados por un coro de doncellas y de carácter parcialmente religioso, de tono más ligero que los himnos a Apolo; y Arión, posible creador del ditirambo (forma poética en honor a Dioniso) y del estilo trágico, que se utilizó ampliamente en el drama griego. Entre los grandes escritores posteriores de poemas líricos corales se encuentran el poeta siciliano Estesícoro, contemporáneo de Alceo, que introdujo la forma ternaria de la oda coral, consistente en series de grupos de tres estrofas; Íbico de Reggio, autor de un largo fragmento que se conserva de una oda coral ternaria y de poemas líricos personales eróticos; Simónides de Ceos, cuya lírica coral incluye epinicia, u odas corales en honor de los vencedores en los juegos olímpicos, encomia, o himnos corales en honor a personas concretas, y cantos fúnebres, además de poemas líricos personales que incluyen epigramas; y Baquílides de Ceos, sobrino de Simónides, que escribió epinicios, de los que se conservan trece, y ditirambos, cinco de los cuales han llegado hasta la actualidad.
La lírica coral alcanzó su apogeo hacia mediados del siglo V a.C. en las obras de Píndaro, que escribió muchos poemas de este género en todas las formas, incluyendo himnos, ditirambos y epinicios. Se conserva cerca de la cuarta parte de su obra, principalmente epinicios con la estructura trinaria creada por Estesícoro. Las tragedias de la época incluyen muchas odas corales importantes.
Otras formas
Otro género que se desarrolló en el siglo VI a.C. fue un tipo de poema filosófico relacionado con la épica y escrito por filósofos griegos como Empédocles, Jenófanes y Parménides. Los primeros textos en prosa que han llegado hasta nuestros días datan de finales del siglo V a.C.; los más interesantes, sin ninguna duda, son los dedicados a la medicina atribuidos al médico Hipócrates.

EL PERIODO ÁTICO, SIGLOS VI-IV a.C.
El drama se desarrolló en Atenas durante el siglo VI a.C. En su forma primitiva, consistió en un coro de hombres que cantaban y bailaban odas corales. Más tarde, se añadió un actor que dialogaba con el coro.
La tragedia
La tragedia, tal y como hoy se la conoce, se cree que fue creada en el siglo VI a.C. por el poeta ateniense Esquilo, que introdujo el papel de un segundo actor, aparte del coro. Sus tragedias, cerca de 90, versan sobre temas tan excelsos como la divinidad y las relaciones de los seres humanos con los dioses. Únicamente siete de sus obras han llegado hasta hoy, entre ellas Prometeo encadenado, que narra el castigo de Zeus al titán Prometeo, y la Orestiada, trilogía que retrata el asesinato del héroe griego Agamenón por su mujer, el de ésta por su hijo Orestes y el posterior destino de Orestes.
El segundo de los grandes trágicos griegos fue Sófocles. La admirable construcción de sus tramas y la manera en que sus temas y personajes despertaban al mismo tiempo piedad y temor, llevaron a Aristóteles y a otros críticos griegos a considerarle como el mejor autor de tragedias. Su Edipo rey constituye un epítome del género trágico. De las más de cien obras que escribió Sófocles, sólo se conservan siete tragedias, una obra satírica y más de mil fragmentos. Fue el primero en introducir el tercer actor en la escena, innovación que más tarde adoptaría Esquilo.
Eurípides, coetáneo de Sófocles, fue el tercer gran autor de teatro. Escribió cerca de 92 obras, de las que se conservan 17 tragedias y una obra satírica completa, Los cíclopes. Se le considera más realista que sus predecesores, especialmente en la agudeza psicológica de sus personajes, por lo que para algunos críticos es el dramaturgo griego más moderno. Entre sus obras principales sobresale Medea, cuyo argumento gira en torno a la venganza llevada a cabo por la hechicera Medea contra su marido Jasón; e Hipólito, que trata del amor de Fedra por su hijastro Hipólito y su destino tras ser rechazada.
La comedia
Uno de los más grandes poetas cómicos fue Aristófanes, cuya primera comedia, Daitaleis, hoy perdida, data del 427 a.C. Empleando la sátira dramática, ridiculizó a Eurípides en Las ranas y a Sócrates en Las nubes. Estas obras representan la antigua comedia de la literatura griega.
La comedia griega posterior se divide en dos grupos, la comedia media (400-336 a.C.) y la comedia nueva (336-250 a.C.). En la media, ejemplificada por las dos últimas obras de Aristófanes, La asamblea de las mujeres y Pluto, ambas escritas entre 392 y 388 a.C., la sátira personal y política se reemplaza por la parodia, la ridiculización de los mitos y la crítica literaria y filosófica. Los principales autores de la comedia media fueron Antífanes de Atenas y Alexis de Thruil. Sólo se conservan fragmentos de sus obras.
En la comedia nueva, la sátira se sustituye por la comedia social, con tramas y personajes cotidianos y familiares, y temas de amor romántico. El principal autor de esta comedia nueva fue Menandro, cuya influencia alcanzó a los dramaturgos latinos de los siglos III y II a.C., sobre todo a Plauto y Terencio. Se conservan una obra completa de Menandro, El tacaño, y fragmentos de otras.
Literatura antigua griega ejemplo

La Iliada 

La Iliada, trata sobre muchos asuntos del remoto pasado. Sin embargo, en lo que se trata del presente, la Guerra de Troya, las diversas deidades (que interfieren en los asuntos de nosotros los mortales) deben entenderse como alusiones a diversos planetas. Por lo tanto, la narración, desde un principio, es una detallada efemérides de configuraciones planetarias. Los hombres que participan en la narración, todos, poseen una identidad totémica de alguna criatura del reino animal (que no es el hombre mismo). Es por esta razón que dánaos y troyanos por igual carecen de voluntad propia, y, como todas las criaturas del reino animal (a excepción del ser humano), obedecen a las fuerzas invisibles de la naturaleza que se manifiestan en diversas épocas del año, año tras año.
LA EDAD MEDIA

Edad media : Contexto histórico

Periodo de la historia europea que transcurrió desde la desintegración del Imperio romano de Occidente, en el siglo V, hasta el siglo XV. No obstante, las fechas anteriores no han de ser tomadas como referencias fijas: nunca ha existido una brusca ruptura en el desarrollo cultural del continente.  El término implicó en su origen una parálisis del progreso, considerando que la edad media fue un periodo de estancamiento cultural, ubicado cronológicamente entre la gloria de la antigüedad clásica y el renacimiento. La investigación actual tiende, no obstante, a reconocer este periodo como uno más de los que constituyen la evolución histórica europea, con sus propios procesos críticos y de desarrollo. Se divide generalmente la edad media en tres épocas.
Inicios de la edad media
Ningún evento concreto determina el fin de la antigüedad y el inicio de la edad media: ni el saqueo de Roma por los godos dirigidos por Alarico I en el 410, ni el derrocamiento de Rómulo Augústulo (último emperador romano de Occidente) fueron sucesos que sus contemporáneos consideraran iniciadores de una nueva época.
La culminación a finales del siglo V de una serie de procesos de larga duración, entre ellos la grave dislocación económica y las invasiones y asentamiento de los pueblos germanos en el Imperio romano, hizo cambiar la faz de Europa. Durante los siguientes 300 años Europa occidental mantuvo una cultura primitiva aunque instalada sobre la compleja y elaborada cultura del Imperio romano, que nunca llegó a perderse u olvidarse por completo.
Fragmentación de la autoridad
Durante este periodo no existió realmente una maquinaria de gobierno unitaria en las distintas entidades políticas, aunque la poco sólida confederación de tribus permitió la formación de reinos. El desarrollo político y económico era fundamentalmente local y el comercio regular desapareció casi por completo, aunque la economía monetaria nunca dejó de existir de forma absoluta. En la culminación de un proceso iniciado durante el Imperio romano, los campesinos comenzaron a ligarse a la tierra y a depender de los grandes propietarios para obtener su protección y una rudimentaria administración de justicia, en lo que constituyó el germen del régimen señorial. Los principales vínculos entre la aristocracia guerrera fueron los lazos de parentesco aunque también empezaron a surgir las relaciones feudales. Se ha considerado que estos vínculos (que relacionaron la tierra con prestaciones militares y otros servicios) tienen su origen en la antigua relación romana entre patrón y cliente o en la institución germánica denominada comitatus (grupo de compañeros guerreros). Todos estos sistemas de relación impidieron que se produjera una consolidación política efectiva.

La única institución europea con carácter universal fue la Iglesia, pero incluso en ella se había producido una fragmentación de la autoridad. Todo el poder en el seno de la jerarquía eclesiástica estaba en las manos de los obispos de cada región. El Papa tenía una cierta preeminencia basada en el hecho de ser sucesor de san Pedro, primer obispo de Roma, a quien Cristo le había otorgado la máxima autoridad eclesiástica. No obstante, la elaborada maquinaria del gobierno eclesiástico y la idea de una Iglesia encabezada por el Papa no se desarrollarían hasta pasados 500 años. La Iglesia se veía a sí misma como una comunidad espiritual de creyentes cristianos, exiliados del reino de Dios, que aguardaba en un mundo hostil el día de la salvación. Los miembros más destacados de esta comunidad se hallaban en los monasterios, diseminados por toda Europa y alejados de la jerarquía eclesiástica.
En el seno de la Iglesia hubo tendencias que aspiraban a unificar los rituales, el calendario y las reglas monásticas, opuestas a la desintegración y al desarrollo local. Al lado de estas medidas administrativas se conservaba la tradición cultural del Imperio romano. En el siglo IX, la llegada al poder de la dinastía Carolingia supuso el inicio de una nueva unidad europea basada en el legado romano, puesto que el poder político del emperador Carlomagno dependió de reformas administrativas en las que utilizó materiales, métodos y objetivos del extinto mundo romano.
Vida cultural
La actividad cultural durante los inicios de la edad media consistió principalmente en la conservación y sistematización del conocimiento del pasado y se copiaron y comentaron las obras de autores clásicos. Se escribieron obras enciclopédicas, como las Etimologías (623) de san Isidoro de Sevilla, en las que su autor pretendía compilar todo el conocimiento de la humanidad. En el centro de cualquier actividad docta estaba la Biblia: todo aprendizaje secular llegó a ser considerado como una mera preparación para la comprensión del Libro Sagrado.
Esta primera etapa de la edad media se cierra en el siglo X con las segundas migraciones germánicas e invasiones protagonizadas por los vikingos procedentes del norte y por los magiares de las estepas asiáticas, y la debilidad de todas las fuerzas integradoras y de expansión europeas al desintegrarse el Imperio Carolingio. La violencia y dislocamiento que sufrió Europa motivaron que las tierras se quedaran sin cultivar, la población disminuyera y los monasterios se convirtieran en los únicos baluartes de la civilización.
La alta edad media
Hacia mediados del siglo XI Europa se encontraba en un periodo de evolución desconocido hasta ese momento. La época de las grandes invasiones había llegado a su fin y el continente europeo experimentaba el crecimiento dinámico de una población ya asentada. Renacieron la vida urbana y el comercio regular a gran escala y se desarrolló una sociedad y cultura que fueron complejas, dinámicas e innovadoras. Este periodo se ha convertido en centro de atención de la moderna investigación y se le ha dado en llamar el renacimiento del siglo XII.

La religión en la Alta Edad Media                                                                                                                         

El poder papal
Durante la alta edad media la Iglesia católica, organizada en torno a una estructurada jerarquía con el Papa como indiscutida cúspide, constituyó la más sofisticada institución de gobierno en Europa occidental. El Papado no sólo ejerció un control directo sobre el dominio de las tierras del centro y norte de Italia sino que además lo tuvo sobre toda Europa gracias a la diplomacia y a la administración de justicia (en este caso mediante el extenso sistema de tribunales eclesiásticos). Además las órdenes monásticas crecieron y prosperaron participando de lleno en la vida secular. Los antiguos monasterios benedictinos se imbricaron en la red de alianzas feudales. Los miembros de las nuevas órdenes monásticas, como los cistercienses, desecaron zonas pantanosas y limpiaron bosques; otras, como los franciscanos, entregados voluntariamente a la pobreza, pronto empezaron a participar en la renacida vida urbana. La Iglesia ya no se vería más como una ciudad espiritual en el exilio terrenal, sino como el centro de la existencia. La espiritualidad alto medieval adoptó un carácter individual, centrada ritualmente en el sacramento de la eucaristía y en la identificación subjetiva y emocional del creyente con el sufrimiento humano de Cristo. La creciente importancia del culto a la Virgen María, actitud desconocida en la Iglesia hasta este momento, tenia el mismo carácter emotivo.
El cristianismo
El Cristianismo se había convertido en la religión oficial del Imperio Romano en el siglo IV y había empezado a extenderse entre las tribus germánicas antes de la caída de Roma. La división del Imperio Romano en dos, el de Oriente y el de Occidente, resultó también en una partición en el seno de la Iglesia Cristiana. La parte occidental, centrada en Roma, se convirtió en católica; la parte oriental, centrada en Constantinopla, se convirtió en ortodoxa. En el siglo VII surgió en Arabia el Islam, una de las grandes religiones del mundo.
La expansión del cristianismo entre los bárbaros constituyó una poderosa fuerza civilizadora y ayudó a asegurar que algunos vestigios de la ley romana y del latín continuaran en Francia, Italia, España y Portugal. Sólo en Inglaterra el cristianismo romano sucumbió ante las creencias paganas. Los francos se convirtieron al catolicismo durante el reinado de Clovis y, a partir de entonces, expandieron el cristianismo entre los germanos del otro lado del Rin. Por su parte, los bizantinos extendieron el cristianismo ortodoxo entre los búlgaros y los eslavos.
El cristianismo fue llevado a Irlanda por San Patricio a principios del siglo V, y desde allí se extendió a Escocia, desde donde regresó a Inglaterra por la zona norte. A finales del siglo VI, el Papa Gregorio el Grande envió misioneros a Inglaterra desde el sur. En el transcurso de un siglo, Inglaterra volvió a ser cristiana.
Los monasterios
Durante los disturbios de la Edad Oscura, unos cuantos cristianos fuertemente comprometidos se retiraron de la sociedad para vivir como ermitaños, normalmente en el salvaje e inhóspito límite de la civilización. Los ermitaños, a su vez, inspiraron a los clérigos más convencionales a realizar votos de pobreza y de servicio como respuesta a las enseñanzas de Jesucristo.
Muchos de estos clérigos formaron nuevas comunidades de religiosos afines que recibieron el nombre de monasterios. El Papa Gregorio alentó la construcción de monasterios por toda la Europa cristiana. En algunas zonas de Europa, pronto se convirtieron en los únicos reductos del saber. Hay quien opina, por ejemplo, que los monjes irlandeses preservaron la civilización en sus monasterios. Los monjes irlandeses se desplazaron a otras zonas europeas para enseñar y revivir el interés por el saber. Los monasterios eran la principal fuente de hombres instruidos capaces de ayudar en la administración del gobierno, por lo que muchos adquirieron importancia como asistentes y consejeros reales.
Con el tiempo, los monasterios se enriquecieron por las donaciones de tierras, como le había pasado a la iglesia romana. Se fundaron distintas órdenes religiosas con diferentes objetivos. Algunas vivían replegadas en sus propios intereses; otras formaban a misioneros para enviarlos a tierras salvajes; otras aconsejaban a los papas en materia doctrinal; y otras proporcionaban importantes servicios comunitarios como el cuidado de ancianos y enfermos o el socorro a los necesitados.

Aspectos intelectuales
Dentro del ámbito cultural, hubo un resurgimiento intelectual al prosperar nuevas instituciones educativas como las escuelas catedralicias y monásticas. Se fundaron las primeras universidades, se ofertaron graduaciones superiores en medicina, derecho y teología, ámbitos en los que fue intensa la investigación: se recuperaron y tradujeron escritos médicos de la antigüedad, muchos de los cuales habían sobrevivido gracias a los eruditos árabes y se sistematizó, comentó e investigó la evolución tanto del Derecho canónico como del civil, especialmente en la famosa Universidad de Bolonia. Esta labor tuvo gran influencia en el desarrollo de nuevas metodologías que fructificarían en todos los campos de estudio. El escolasticismo se popularizó, se estudiaron los escritos de la Iglesia, se analizaron las doctrinas teológicas y las prácticas religiosas y se discutieron las cuestiones problemáticas de la tradición cristiana. El siglo XII, por tanto, dio paso a una época dorada de la filosofía en Occidente.

Innovaciones artísticas
 También se produjeron innovaciones en el campo de las artes creativas. La escritura dejó de ser una actividad exclusiva del clero y el resultado fue el florecimiento de una nueva literatura, tanto en latín como, por primera vez, en lenguas vernáculas. Estos nuevos textos estaban destinadas a un público letrado que poseía educación y tiempo libre para leer. La lírica amorosa, el romance cortesano y la nueva modalidad de textos históricos expresaban la nueva complejidad de la vida y el compromiso con el mundo secular. En el campo de la pintura se prestó una atención sin precedentes a la representación de emociones extremas, a la vida cotidiana y al mundo de la naturaleza. En la arquitectura, el románico alcanzó su perfección con la edificación de incontables catedrales a lo largo de rutas de peregrinación en el sur de Francia y en España, especialmente el Camino de Santiago, incluso cuando ya comenzaba a abrirse paso el estilo gótico que en los siguientes siglos se convertiría en el estilo artístico predominante.

La nueva unidad europea
Durante el siglo XIII se sintetizaron los logros del siglo anterior. La Iglesia se convirtió en la gran institución europea, las relaciones comerciales integraron a Europa gracias especialmente a las actividades de los banqueros y comerciantes italianos, que extendieron sus actividades por Francia, Inglaterra, Países Bajos y el norte de África, así como por las tierras imperiales germanas. Los viajes, bien por razones de estudio o por motivo de una peregrinación fueron más habituales y cómodos. También fue el siglo de las Cruzadas; estas guerras, iniciadas a finales del siglo XI, fueron predicadas por el Papado para liberar los Santos Lugares cristianos en el Oriente Próximo que estaban en manos de los musulmanes. Concebidas según el Derecho canónico como peregrinaciones militares, los llamamientos no establecían distinciones sociales ni profesionales. Estas expediciones internacionales fueron un ejemplo más de la unidad europea centrada en la Iglesia, aunque también influyó el interés de dominar las rutas comerciales de Oriente. La alta edad media culminó con los grandes logros de la arquitectura gótica, los escritos filosóficos de santo Tomás de Aquino y la visión imaginativa de la totalidad de la vida humana, recogida en la Divina comedia de Dante Alighieri.

La baja edad media
Si la alta edad media estuvo caracterizada por la consecución de la unidad institucional y una síntesis intelectual, la baja edad media estuvo marcada por los conflictos y la disolución de dicha unidad. Fue entonces cuando empezó a surgir el Estado moderno —aún cuando éste en ocasiones no era más que un incipiente sentimiento nacional— y la lucha por la hegemonía entre la Iglesia y el Estado se convirtió en un rasgo permanente de la historia de Europa durante algunos siglos posteriores. Pueblos y ciudades continuaron creciendo en tamaño y prosperidad y comenzaron la lucha por la autonomía política. Este conflicto urbano se convirtió además en una lucha interna en la que los diversos grupos sociales quisieron imponer sus respectivos intereses.
Inicios de la ciencia política
Una de las consecuencias de esta pugna, particularmente en las corporaciones señoriales de las ciudades italianas, fue la intensificación del pensamiento político y social que se centró en el Estado secular como tal, independiente de la Iglesia.
La independencia del análisis político es sólo uno de los aspectos de una gran corriente del pensamiento bajo medieval y surgió como consecuencia del fracaso del gran proyecto de la filosofía altomedieval que pretendía alcanzar una síntesis de todo el conocimiento y experiencia tanto humano como divino.

La nueva espiritualidad
Aunque este desarrollo filosófico fue importante, la espiritualidad de la baja edad media fue el auténtico indicador de la turbulencia social y cultural de la época. Esta espiritualidad estuvo caracterizada por una intensa búsqueda de la experiencia directa con Dios, bien a través del éxtasis personal de la iluminación mística, o bien mediante el examen personal de la palabra de Dios en la Biblia. En ambos casos, la Iglesia orgánica —tanto en su tradicional función de intérprete de la doctrina como en su papel institucional de guardián de los sacramentos— no estuvo en disposición de combatir ni de prescindir de este fenómeno.
Toda la población, laicos o clérigos, hombres o mujeres, letrados o analfabetos, podían disfrutar potencialmente una experiencia mística. Concebida ésta como un don divino de carácter personal, resultaba totalmente independiente del rango social o del nivel de educación pues era indescriptible, irracional y privada. Por otro lado, la lectura devocional de la Biblia produjo una percepción de la Iglesia como institución marcadamente diferente a la de anteriores épocas en las que se la consideraba como algo omnipresente y ligado a los asuntos terrenales. Cristo y los apóstoles representaban una imagen de radical sencillez y al tomar la vida de Cristo como modelo de imitación, hubo personas que comenzaron a organizarse en comunidades apostólicas. En ocasiones se esforzaron por reformar la Iglesia desde su interior para conducirla a la pureza y sencillez apostólica, mientras que en otras ocasiones se desentendieron simplemente de todas las instituciones existentes.
En muchos casos estos movimientos adoptaron una postura apocalíptica o mesiánica, en particular entre los sectores más desprotegidos de las ciudades bajo medievales, que vivían en una situación muy difícil. Tras la aparición catastrófica de la peste negra, en la década de 1340, que acabó con la vida de una cuarta parte de la población europea, bandas de penitentes, flagelantes y de seguidores de nuevos mesías recorrieron toda Europa, preparándose para la llegada de la nueva época apostólica.
Esta situación de agitación e innovación espiritual desembocaría en la Reforma protestante; las nuevas identidades políticas conducirían al triunfo del Estado nacional moderno y la continua expansión económica y mercantil puso las bases para la transformación revolucionaria de la economía europea. De este modo las raíces de la edad moderna pueden localizarse en medio de la disolución del mundo medieval, en medio de su crisis social y cultural.

EL FEUDALISMO

El feudalismo será el sistema político, económico y social que se desarrollará en Europa a partir del siglo IX y se mantendrá hasta el siglo XIV.

El feudalismo aparece por varios motivos:
            1.-  Por la desaparición del Imperio de Carlomagno que hizo que los nobles tuvieran un enorme
                  poder dentro de su territorio y los reyes perdieron casi todo su poder.
            2º.- Por la inseguridad que se produjo en Europa ya que se producirán en este periodo nuevas
                   invasiones como los vikingos, los eslavos, los húngaros y los búlgaros, esto hizo que la
                  gente pidiera protección a los nobles.

Por tanto estas causas unidas a una situación económica precaria hicieron posible el desarrollo del feudalismo.  Dos instituciones a partir de ahora tendrán una gran importancia:



A.-   La encomendación:  esto significa que un hombre libre o vasallo entraba a formar parte o   al  servicio de un señor , a este le juraba fidelidad y a cambio el señor le daba protección. Este contrato o relación personal se hacía en el llamado acto del homenaje.
           
            B.-   El beneficio:   en el acto de homenaje el señor entregaba a cambio un beneficio o feudo
                   Por  sus servicios prestados, por tanto en esta relación se castigaba muy duramente la
                  felonía,   es decir, un felón era un traidor.   El beneficio consistía normalmente en la  
                  entrega de un lote de tierras para su usufructo, normalmente de por vida hasta que
                  después se hizo hereditario, a cambio la gente tenía que pagar unos impuestos como la
                  Talla, que era un tributo que se pagaba al noble y consistía en lo que el quisiera; las
                  Corveas, consistían en la obligación de trabajar gratuitamente
      en las tierras del noble;  las Banalidades era el impuesto por el uso del molino, del honor,    
      del lagar (para hacer vino), etc; a esto hay que añadir los impuestos que se daban a la    
      iglesia.


En definitiva el noble en su territorio gozaba de un poder absoluto, incluso hacía las leyes, administraba justicia y acuñaban monedas.

La sociedad feudal se dividía en estamentos o clases sociales, cada estamento era independiente y no tenía relación uno con otro, incluso cada uno de ellos tenía sus propios tribunales.
Estos estamentos eran:

            A.-   Nobleza:   constituía un porcentaje muy pequeño de la población aunque poseían una  
                   gran cantidad de tierras de cultivo, tenían muchos privilegios, no pagaba impuestos y no
                   se mezclaba con otra gente.

            B.-   La Iglesia:   era un estamento no muy numeroso de población formado por religiosos y
                   Religiosas que tenían privilegios y tribunales propios, dentro del clero se debe hacer una
                   separación entre el alto clero que estaba formado por los hijos del los nobles y eran los
                   que ocupaban cargos como obispos, cardenales, abades,etc., por otro lado se encontraba 
                   el bajo clero formado por personas pertenecientes al campesinado.   La iglesia también
                   poseía muchas tierras.    

C.-   Trabajadores:   estaba formado por la gran mayoría de la población, no tenían muchos
        Derechos sólo obligaciones, pagaban muchos impuestos y se dedicaban a trabajar.

D.-   Siervos:   tenían un estatus (situación social) parecido al de los esclavos aunque no eran
        Dueño de ellos los nobles sino que estaban adscritos a la tierra donde habían nacido y de
        ella no podían salir.

En definitiva cada estamento era independiente y tanto la nobleza como la iglesia eran los estamentos privilegiados.

EL MESTER DE JUGLARIA

            Mester proviene de la palabra latina ministerium, la cual, en su forma culta, dio ministerio, y en su evolución vulgar, más amplia, menester, mester, en el sentido de oficio.   Equivale al francés métier.  Una primera definición de mester de juglaría diría, pues, “arte y oficio de juglares”.   Arte, en cuanto corresponde a creación original, porque los juglares fueron poetas, creadores populares ya desde el siglo X y Oficio, pues la mayoría de los juglares hicieron de este arte nacido del pueblo mismo, un medio de vida y bajo esta denominación se agrupa un conjunto de obras en lengua vulgar, transmitidas oralmente durante la Edad Media sobre todo de los siglos  XII al XIV.
Se denomina Mester de Juglaría al conjunto de la poesía —épica o lírica— de carácter popular difundida durante la Edad Media por los juglares, que eran quienes las cantaban o recitaban para recreo de nobles, reyes y público en general. En castellano se menciona por primera vez la palabra juglar en 1116, época en que aparecen los juglares en León. Según Ramón Menéndez Pidal en su estudio Poesía juglaresca y orígenes de las literaturas románicas, Madrid, 1957, la palabra juglar viene del latín jocularis, joculator, que significa 'bromista u hombre de chanzas'. Por su parte, la palabra mester viene de la palabra menester que procede del latín ministerium que significa ministerio que a su vez significa 'oficio'.
Los juglares eran artistas callejeros de vida ambulante que satisfacían la necesidad de entretenimiento a la vez que la de instrucción e información en una sociedad donde los viajes eran arriesgados y peligrosos, ficcionalizando y sentimentalizando la información histórica del tiempo precedente. Había dos tipos: los juglares épicos: que recitaban poesía narrativa, y los juglares líricos, que se dedicaban a cultivar la poesía sentimental y a difundir composiciones poéticas como serranillas, coplas, poemas compuestos por trovadores etc... En la primera Edad Media (X,XI,XII y XIII) eran más numerosos los primeros; a partir de la segunda mitad del siglo XIII y en el XIV dominan más los líricos.
Según Menéndez Pidal existían distintas especializaciones en el oficio, cada una de ellas con su nombre: el remedador, que se dedicaba a imitar; el cazurro, el que ejercía artes plebeyas; el juglar de gesta, el goliardo, mezcla de estudiante y vagabundo, conocedor de instrumentos y compositor. La palabra incluye también el concepto de músico y sus tipos son muy diversos, desde el cantor de tabernas o el que adornado con paños costosos subía a los palacios y acompañaba los viajes de los nobles hasta el que salmodiaba o histrionaba en las iglesias con toda suerte de instrumentos (la flauta, el salterio, el tambor, el albogón, la vihuela o el rabel). Aunque algunos componían sus propias letras, por lo general repetían textos ajenos.
Los juglares eran unos personajes de humilde origen, cómicos ambulantes que se dedicaban, además, a ejercicios circenses, haciendo juegos malabares, actuando como volatines y saltimbanquis o como bufones que cuentan chistes o tañen instrumentos sencillos, o bailan y cantan representando piezas sencillas de mimo o títeres y, es lo que importa para la historia de la literatura, recitando versos que componían otros autores, llamados trovadores, bien en los lugares públicos (las plazas de los pueblos, sobre todo), bien en castillos de señores feudales por los cuales eran alojados; muchas veces se ayudaban con dibujos.
El verso juglaresco se caracterizaba por su anisosilabismo, es decir, era un verso irregular que oscilaba entre las diez y las dieciséis sílabas, con predominio de los versos de catorce o alejandrinos, y usaban como rima la asonante, que proporcionaba más libertad para improvisar y recordar fórmulas fraseológicas que, repetidas habitualmente, servían para rellenar versos mientras los juglares recordaban, como han mostrado los estudios sobre los juglares yugoeslavos. Este descuido diferenció a este mester de juglaría del llamado Mester de clerecía, caracterizado por lo opuesto; tal y como dice su texto fundador, el llamado Libro de Alexandre, "Mester traigo fermoso / non es de juglaría / mester es sin pecado, ca es de clerecía / fablar curso rimado / por la cuaderna vía / a sílabas contadas, ca es grant maestría": palabras desdeñosas que indican a las claras el desprecio de los hombres cultos o clérigos por el estilo de esta literatura más popular, la del mester de juglaría.
El repertorio de los juglares solía estar formado por escenas selectas de cantar de gesta cuyo recitado era semirrepresentado ante el público, quien, al oírlas continuamente cada vez que iba a comprar a la plaza iba memorizando las que más le gustaban de forma que algunas todavía perviven en la tradición oral recordadas como romances integrando el llamado Romancero viejo. Estos cantares de gesta estaban protagonizados por héroes y caballeros que realizaban hazañas legendarias y personificaban los valores más apreciados por la sociedad medieval. A veces también se adaptaban a las particularidades de cada lugar, introduciendo localismos y noticias. La mayoría de autores de las obras son anónimos, pues se trataba de largos cantos que iban cambiando a medida que se difundían. Los poemas también se denominan cantares de gesta y uno de los más famosos en España fue Cantar de Mío Cid, o las versiones del Cantar de Roldán que triunfó en toda Europa.



EDAD MEDIA
Hay que tener presente el carácter de la cultura de la época, su circunstancia histórica y social. En España conviven tres culturas: la cristiana, la musulmana y la hebrea. En literatura, el influjo árabe se dejará sentir bastante, el influjo hebreo será mucho menor, y a estos influjos hay que añadir el francés y el italiano. La cultura se refugiaba en los monasterios y estaba dirigida a un pequeño número de nobles.
En literatura tenemos dos épocas bastante diferentes:
-Antes del siglo XV; antes del siglo XIII la literatura se manifiesta en muy pocas obras, y en este siglo se produce el despliegue de la literatura en lengua romance. Aparece la cuaderna vía que dio origen al mester de clerecía y junto a éste, al mester de juglaría, que producía poemas épicos. Fue también importante la creación de una prosa romance y encontramos algunas obras traducidas del árabe. En la época de Fernando III el Santo, se comenzó a emplear el romance para los documentos oficiales y deja de ser el latín la lengua de la cancillería, pero fue Alfonso X el Sabio el creador de la prosa medieval. En la segunda mitad del siglo XIV, se desarrolló la cuentística.
-En el siglo XV cambia el panorama. Las nuevas tendencias proceden de Italia, sin que suponga un abandono de los viejos moldes. En poesía coexisten la poesía de cancioneros junto con la nueva de tipo francés. En prosa, la vieja literatura moralizante retrocede ante las obras renacentistas.
Organización social
-Nobleza; relacionada con la literatura trovadoresca provenzal. Prosa didáctica.
-Clero; relacionado con el mester de clerecía.
-Estado llano; relacionado con el mester de juglaría.
-Burguesía; en la Baja Edad Media y relacionada con la opción de una literatura satírica y burlesca. Consolida la evolución de los cantares de gesta al romancero a partir del siglo XVI.
Hechos políticos y sociales más relevantes
-La Reconquista
-Estructuración de la sociedad feudal.
-Convivencia pacífica a partir de tres etnias o culturas en la Alta Edad Media (judía, árabe y cristiana). Esta convivencia se rompe al final de la Edad Media con la expulsión de los judíos de España, la reconquista del territorio musulmán y la creación de la Santa Inquisición.
Ideología y mentalidad
-Teocentrismo; supremacía de Dios sobre el hombre.
-Visión del mundo terreno como un valle de lágrimas. Se desprecia la vida terrena y se valora la vida eterna.
-La muerte se ve como una liberación en la Alta Edad Media, porque conforme va avanzando la Edad Media, se va cambiando la mentalidad, y se empieza a valorar la vida terrena como algo digno para el hombre. Este cambio coincide con la aparición de la burguesía en la Baja Edad Media.
Influencias
Hay tres fundamentales:
1.- Las influencias árabe-hebreas: tenemos jarchas, subgénero que recoge la cultura árabe, son populares y eran cantadas por las muchachas de los pueblos. Alfonso X el Sabio, fundó la Escuela de Traductores de Toledo, que traducían al castellano las obras de la cultura árabe, como los cuentos de Las Mil y Una Noches.
2.- Provenzales: proviene de Francia, que en ese momento estaba destronada, y donde el amor cortés de la poesía era irreal, inventado.
3.- Literatura Italiana: a través de Italia se recibió la cultura griega, con autores de importancia como Dante y Petrarca.

El español en la Edad Media
-Sistema fonológico; contenía cierto número de fonemas que no existen hoy en nuestra lengua. A finales del siglo XVI y principios del XVII se hallaba configurado el actual.
-Evolución del léxico; entre los préstamos destacan los procedentes del francés (galicismos), los procedentes del árabe (arabismos), y de gran importancia los procedentes del latín (cultismos). Este nutrido grupo de palabras han llegado hasta nuestros días.
-La morfosintaxis; en prosa predomina el estilo paratáctico, basado en estructuras coordinadas debido al afán de claridad expositiva. En poesía existió una mayor variedad y complejidad sintáctica. En el siglo XV, la moda latinizante hace que se use la colocación del verbo al final de la oración, la anteposición sistemática del adjetivo y construcciones absolutas.


GÉNEROS MEDIEVALES
La poesía lírica medieval
Puede ser culta o popular, pero ambos términos no son contradictorios, pues existen integraciones de la poesía popular en la culta.. Compuesta en lengua romance, se desarrolla en cuatro núcleos geográficos y culturales:
-Al-Ándalus; se componían las jarchas, que son cancioncillas populares que se colocaban al final de unos poemas árabes denominados moaxaja. Algunas están escritas en mozárabe, lengua que hablaban los cristianos que vivían en Al-Ándalus. Presentan una estructura muy variable, generalmente constituida por un dístico (dos versos monorrimos), un trístico (tres versos monorrimos) o una cuarteta asonatada (cuatro versos con rima en los pares). Solían expresar el lamento de una mujer enamorada y la pérdida, ausencia o tardanza de su amado. El estilo es muy sencillo debido al pequeño desarrollo métrico y a que está en estilo directo, y por su temática abundan expresiones ponderativas y exclamativas.
-Galicia; se desarrolló la lírica galaico-portuguesa, de origen provenzal en su mayor parte, por lo que tiene un carácter refinado y culto. Su manifestación más representativa es la cántiga, a la que se puede clasificar en tres tipos, las cántigas de amor, puestas en boca de un hombre, las cántigas de amigo, puestas en boca de una mujer, y las cántigas de escarnio y maldecir, que son oscuras y groseras.
-Castilla; casi toda la poesía castellana se ha perdido, aunque su cultivo fue simultáneo al resto de las tradiciones peninsulares, se conservan algunas gracias a que los poetas cultos recogieron las canciones populares que se transmitían oralmente. La forma más representativa es el villancico, y muy frecuente el villancico de amigo. Un grupo lo forman las canciones asociadas a actividades o celebraciones, como bodas y siegas. Las canciones de serrana tienen como protagonista a una serrana a la que un galán requiere de amores, pero la más representativa es la serranilla, con un ambiente altamente erótico, donde una serrana corpulenta carga con el galán. Las canciones de albada desarrollan el tema del amor al llegar el alba, donde los amantes que han pasado la noche juntos lamentan la llegada del día. En la alborada quedan citados al llegar la mañana.
-Cataluña; lírica catalano-provenzal, desde el siglo XII surge una poesía refinada interpretada por los trovadores, en la que destacan la cansí, la albada o la pastorela. La aportación más importante es el desarrollo del amor cortés y el refinamiento técnico.
Mester de Juglaría
El juglar es la persona que se gana la vida cantando ante un público, con la ayuda de la música, de la literatura o de ambas. También entretenía al público con juegos de manos, acrobacias y peripecias. Actuaban en las calles y plazas de los pueblos, aunque más tarde también actuaron en palacios, incluso llegando a actuar en Las Cortes.
El público más frecuente era el pueblo, de aquí a que en el recital haya muchas repeticiones y reiteraciones. También abundan frases hechas pertenecientes al dominio común, y falta de originalidad. El carácter de la narración es de total orgullo territorial, al dar a conocer las cualidades de algún héroe o pueblo que sirve de ejemplo a los jóvenes, siendo muy admiradas e imitadas las hazañas de los héroes de guerra.
Cantar de Gesta
Junto con las jarchas constituyen las primeras manifestaciones de la poesía castellana. Eran composiciones anónimas interpretadas por los juglares en forma de canto o recitación, acompañadas de algún instrumento musical, ya que son cantares y narran las hazañas de algún personaje noble (gestas).
Los cantares de gesta tenían una doble finalidad, por una parte contenían información, la cual exageraban, acerca de acontecimientos heroicos, transmitiendo los valores imperantes de la sociedad altomedieval. Por otra parte venían a justificar el ansia de diversión y la curiosidad por escuchar sucesos novedosos y extraordinarios.
Sobre la extensión podemos decir que los cantares de gesta no son la agregación de poemas cortos, si no que nacieron con una extensión de 500 ó 600 versos pero se fueron ampliando con la aportación y versión de los distintos juglares hasta llegar a 3000 ó 4000 versos.
Sobre el origen de los cantares de gesta hay tres teorías, la que es de mayor aceptación y la que parece mas verdadera es la hipótesis de que el origen sea germánico. Menéndez Pidal cree que los visigodos, con las emigraciones a la península, introdujeron esta práctica como cantares de guerras entre los pueblos.
origen francés, ya que ambos cantares se dieron al mismo tiempo, pero Menéndez Pidal, dice que la influencia de la épica francesa es en el siglo XII, cuando ya había cantares castellanos. Otros autores con más fantasía dicen que el origen está en los cantares o narraciones árabes o en poemas de la antigüedad clásica.
Dentro de los cantares de gesta hay varias etapas. Una va desde el origen hasta aproximadamente el siglo XII, donde los primeros cantares de gesta eran largos (1500 versos). Una segunda etapa llamada florecimiento, donde los siguientes cien años se agudizan las influencias francesas y los cantares se perfeccionan, siendo mas extensos y complejos. La tercera etapa, llamada de prosificaciones, donde se hacían adaptaciones en prosa que los historiadores y cronistas hacían de todo a parte de cantar, ambientándola con fuentes de información. A veces eran copiadas en verso y por esto se han podido reconstruir cantares enteros. La cuarta y última etapa el la decadencia, desde la segunda mitad del siglo XIV y el XV, el auge del género cronístico y la poesía lírica y cortés irá desplazando en constancia a la épica. Sólo sobrevivieron en boca del pueblo las más emotivas e interesantes. La etapa de los romances, eran trozos de poemas que son nuevos episodios o paisajes. Un cantar muy conocido es el Cantar del Mío Cid, conservado en la biblioteca Nacional de Madrid y está basado en las hazañas vividas por el Cid.
El Romancero
Son poemas épicos-líricos. Son muy breves, octosílabos, con rima asonante en los versos pares y se cantaban con la ayuda de un instrumento. Los románticos dicen que surgieron del pueblo y aparecen en el siglo X , pero la escuela encabezada por Menéndez Pidal dice que es una poesía enraizada en la tradición, pero que es del siglo XV y su autor es individual aunque los juglares la reelaboraban dando lugar a las variantes.
El pueblo le pide al juglar que repita los fragmentos más emotivos del poema épico, fragmentos que se van repitiendo por la gente hasta quedar independizados del poema principal.
Los primeros romances épicos eran fragmentos de los cantares de gesta medievales. A imitación, aparecieron los procedentes de la lírica . Sólo en los siglos XV y XVI se fijan los romances en la escritura y comienzan a ser valorados por las personas cultas.
Se considera romances viejos a los comprendidos entre finales del siglo XV y mediados del siglo XVI, aunque no eran escritos en la Edad Media. Fueron muy pocas las copias en manuscritos medievales. Los romances nuevos son los compuestos a mediados del siglo XVI, por autores cultos de los que muchos guardan el anonimato. Fueron compuestos para ir acompañados por la música y su transmisión más frecuente era la oral.
Los romances viejos se clasifican en:
-Romances épicos; la mayoría proceden de los antiguos cantares de gesta y ocupan varios ciclos. Los más importantes son Don Rodrigo y la pérdida de España, Bernardo del Carpio, Fernández González y su lucha por la independencia de Castilla, Los infantes de Lara y El Cid Campeador.
-Romances históricos; de la historia castellana del siglo XIV y XV. Narraban sucesos contemporáneos como la marcha del príncipe Juan, padre de la religión católica.
-Romances fronterizos; son muy importantes los del los siglos XIV y XV, y hablan del cerco de Baeza, la pérdida de Antequera, etc.
-Romances de Francia; incluyen los de temas carolingios y la metría de Bretaña
-Romances novelescos y líricos; lo más importante es el contenido lírico, el cual es muy variado. Destacan El Infante Arnaldo, Frontefrido, el prisionero y la bella en misa.
-Romances bíblicos y clásicos; son los menos cultivados y destacan El sacrificio de Isaac y El incendio de Roma.
Los romances son de origen anónimo pero sabemos que su autor es individual, pero según Menéndez Pidal, la repetición por los juglares y la adicción de innumerables variantes dan lugar a un autor ........
En cuanto a la estructura se puede decir que la más importante y usada era el diálogo y la narración. A veces plantean conflicto, nudo y desenlace (muy característico). Otras veces presenta una escena, fundamentalmente el presente, y con un comienzo ex-abrupto en medio de la .
La métrica que usaban proviene de los antiguos cantares de gesta, largas tiradas de versos irregulares de 14, 15 y 16, regularizándose los hexa endecasílabos, pero divididos en dos hemistiquios de ocho sílabas cada uno. Tienen rima asonante en todos ellos si son versos de dieciséis sílabas y rima en los versos pares si están divididos en los hemistiquios.
Del estilo podemos decir que el más característico es el fragmentarismo, esto es que empieza y acaba de forma abrupta. No dan noticias de los antecedentes y desenlace. Muchas veces se busca y queda inacertado su origen, y esto se debe al estilo abrupto junto a arcaísmos o alternancia de tiempos verbales sin mucha precisión.
Romancero
Nace en la Baja Edad Media, con la aparición de la burguesía. Narra los sucesos más tradicionales. Son versos largos provenientes de los cantares de gesta, pero están separados por medio de la cesura, formando versos octosílabos y asonantes. Al principio tendía a contar temas épicos, pero a medida que se va desarrollando la burguesía, se van desarrollando también y narrando otros temas de fantasía.
El Mester de Clerecía
Proviene de Francia, y utilizará fundamentalmente la cuaderna vía. Engloba obras de diferentes géneros como poemas religiosos, poemas narrativos, poemas épicos, libros doctrinales, e incluso un cancionero. Esto quiere decir que el mester de clerecía no es un género literario, sino una escuela poética culta.
Gonzalo de Berceo: en él se manifiestan las dos vertientes propias del mester de clerecía, una literatura escrita en lengua vulgar, llena de fórmulas juglarescas y de dichos populares y cotidianos, estrategia conducente a la divulgación doctrinal, y por otra parte el fruto de la labor de unos clérigos letrados, con conocimientos profundos de teología, gramática y derecho, capaces de usar la cuaderna vía y de emplear una lengua latinizada.
Las obras de Berceo abarcan cuatro partes fundamentales de la teología, la moral (Vida de San Millán de la Cogolla), la escatología o vida de ultratumba (Los Signos que aparecerán antes del Juicio); la liturgia ( Del sacrificio de la Misa y los Himnos) y la teología dogmática (Los milagros de Nuestra Señora). Los Milagros de Nuestra Señora es la obra en la que Berceo muestra sus mejores dotes como creador, pretende acercarse a todas las clases sociales mediante la lengua vulgar romance y el uso de latinismos y conceptos teológicos. Se ha pensado que con esta obra intenta atraer la atención de los peregrinos del camino de Santiago para que se desviaran hasta San Millán. Pero es mucho más probable que su objetivo estuviera dirigido a la formación de los religiosos que no tenían posibilidad de acceder a las obras latinas. El protagonista de los milagros suele ser un pecador, el cual su alma es causa de disputa entre los representantes del cielo y del infierno. El humor y las comparaciones contribuyen a animar sus relatos. Sus imágenes está llenas del paisaje riojano.
Juan Ruíz, Arcipreste de Hita: su obra, El Libro de Buen Amor, no es reducible a ningún género conocido, aunque se ajusta a modelos literarios históricos:
-Una novela autobiográfica.
-Una colección de exemplos.
-Una paráfrasis del Arte de Amar de Ovidio.
-Una paráfrasis de la comedia latino-medieval Pamphilus de amore.
-Episodios burlescos o parodias épicas.
-Un conjunto de sátiras.
-Una colección de poesías líricas religiosas y profanas.
-Algunas digresiones morales y ascéticas.
En la obra confluyen los conocimientos y las técnicas literarias de los clérigos y los juglares. Este libro es el resultado de las tendencias literarias de su época. El valor que el libro concede al dinero, da prueba de que Arcipreste fue un atento observador de los cambios que acontecían en su época, entre los que se encontraba el protagonismo de la economía dineraria. Algunos dicen que su fin es didáctico, para otros es una especie de despedida burlona y humorística de una época marcada por el didactismo. Otras opiniones dicen que es la descripción del amor carnal, insistiendo al mismo tiempo en su intención moralizante y apelando a que se atienda bien el sentido oculto de sus palabras. Este libro supuso la rebelión del espíritu mundano frente al ascetismo.
La poesía en el siglo XV
Se caracteriza por un carácter cortesano y por dar entrada a dos nuevas corrientes, la italiana y la grecolatina, con obras llenas de artificios y refinamiento, convirtiendo al castellano en un idioma culto y amanerado, aunque en la poesía de carácter popular, el romancero sigue teniendo la misma vitalidad de siempre.
Dentro de la literatura cortesana se encuentra la denominada “poesía de cancionero”, por la que se transmitió la mayor parte de la poesía del siglo XV. El más antiguo es el Cancionero de baena, que recoge la poesía mas representativa del momento. Otros importantes como el Cancionero de Estúñiga que reúne composiciones de la corte italiana y El Cancionero de Palacio, recogiendo obras de poetas castellanos.
El tema más frecuente de esta poesía es el amor, el amor cortés. Podemos citar algunos autores importantes:
- El Marqués de Santillana; en su obra confluyen las diferentes tradiciones poéticas como la tradición de la lírica popular castellana, la poesía de los cancioneros, la tradición galaico-portuguesa y la catalano-provenzal. Su admiración por los clásicos griegos y latinos completan su amplia cultura.
El Prohemio e carta al Condestable de Portugal es una de sus obras más interesantes, puede considerarse la primera historia de la poesía y expone notables ideas sobre la propia técnica poética.
El género poético usado es el decir, con una temática muy heterogénea. Los decires más extensos son la Comedia de Ponza, Proverbios, Bías contra Fortuna y Doctrinal de privados. La poesía lírica se manifiesta dentro de la temática amorosa. Las más celebradas son serranillas. Escribe canciones y es autor de cuatro decenas de sonetos que lo convierten en el primer sonetista castellano.
- Juan de Mena; destaca por sus tres obras mayores, la primera es La Coronación del Marqués de Santillana, composición alegórica formada por cincuenta y una coplas reales octosilábicas, emplea recursos que violentan la lengua, introduce latinismos léxicos y sintácticos y continuas alusiones a la mitología grecolatina. La segunda es El Laberinto de Fortuna, que es un poema alegórico de casi trescientas coplas, constituye un catálogo de los vicios y virtudes escrito con un fin moralizante y destinado a la nobleza. La tercera son las Coplas de los Pecados Mortales, compuesta en los últimos años de su vida.
- Jorge Manrique; ha pasado a la historia de la literatura fundamentalmente por un poema de carácter moral, las Coplas, escritas por la muerte de su padre, pero también fue un poeta de temática amorosa que siguió la poesía cortesana. Las Coplas forman parte del género elegiaco. Ya es clásica la estructuración de las Coplas, la primera parte tiene un carácter filosófico y constituye una apelación al hombre para que recuerde su condición mortal, en la segunda ilustra con ejemplos la doctrina de la primera parte, y en la tercera centra su atención en la muerte de su padre. Un tópico medieval reflejado en las Coplas, es el del ubi sunt, que pone de relieve la caducidad de las cosas terrenas. Unido a este se halla la concepción de la muerte como igualadora de todas las clases sociales, tan propia de la danza de la muerte o danza macabra. Manrique introduce un concepto clave, la fama, que sirve de consuelo por la pérdida de un ser querido. El final del poema presenta a la muerte con forma de caballero que ayuda a Don Rodrigo en el tránsito, es la descripción de una muerte cristiana.
Tiene un estilo humilde alejándose de los excesos retóricos y de la ostentación de cultura clásica. La conversión del tópico en sentimiento auténtico explica su éxito y su perduración en el tiempo.
Las coplas están escritas en una variedad de sextilla, conocida como copla manriqueña, con rima aab-aab o aab-ccb.
La prosa medieval
Son obras didácticas. Las procedentes de oriente se difundieron rápidamente debido a que eran libros de ejemplos, narraciones que sirven para ilustrar una verdad moral o para crear modelos de conducta. Forma doctrinal adquiere la literatura conocida como sapiencial, a la que pertenecen libros que contenían sentencias y proverbios.
Alfonso X el sabio encarna el modelo medieval del imperator litteratuas, que propuganaba la unión personal del soberano de las virtudes militares y las de la sabiduría. En su corte se rodeó de sabios de todas las religiones y nacionalidades para realizar una extraordinaria labor de sistematización cultural.
Existen dos periodos en la producción de Alfonso X, en el primer periodo se centra fundamentalmente en las traducciones, y en el segundo periodo la actividad del autor es más creadora, empeñándose en una labor totalizadora, para lo que reúne una enorme cantidad de material biográfico. Esta segunda etapa es en la que se escriben las Cántigas.
Su extensa producción en prosa se puede clasificar en tres grupos; un grupo formado por obras jurídicas, en la cual destacan Las Siete Palabras, que constituye el intento de sistematización del derecho más importante de toda la Edad Media. El segundo grupo, llamado de las obras científicas y de recreo, donde cabe citar Libros del Saber de Astronomía, el Lapidafrio, y El Libro del Ajedrez, Dados y Tablas, el cual es el tratado más completo sobre estos juegos de la época. El tercer grupo, su producción historiográfica, abarca desde la concepción universal a la particular española, donde encontramos obras como Grande e general estoria y la Primera Crónica General.
La prosa alfonsí carece de estilo personal. La trascendencia de la labor de Alfonso X es la de haber convertido el castellano en una gran lengua de cultura y haberlo capacitado para la expresión didáctica y científica. El léxico tuvo que ser por ello, preparado para la expresión de conceptos científicos o de tecnicismos para los que el castellano no disponía de traducción.
La prosa en el siglo XIV está centrada en Sancho IV, sucesor de Alfonso X, y junto a su obra, Los Castigos e documentos del rey Don Sancho, es el exponente más valioso de la prosa doctrinal de la época.
Don Juan Manuel, autor más importante de la prosa medieval. Podemos clasificar su producción literaria en tres etapas. Las obras de la primera etapa están muy vinculadas a las del scriptorium de Alfonso X. La segunda etapa la abre el Libro del Caballero y del Escudero, el cual refleja una crisis espiritual, pero lo fundamental de esta obra es la descripción de la estructura social de su época. A partir de 1337 se sitúa la tercera etapa, caracterizada por la presencia del autor en el relato. La obra más importante de esta periodo es el Libro de las armas. El Libro de los exemplos del Conde Lucanor et de Patronio representa la culminación de la obra de Don Juan Manuel. Su objetivo es fundamentalmente didáctico, siguiendo la tendencia de la prosa castellana. Hay que insertar esta obra dentro de la tradición sapiencial que utiliza el ejemplo como instrumento de enseñanza.
Respecto a la estructura de la obra podemos decir que está compuesta de dos prólogos y cinco partes más. Las partes están compuestas de ejemplos, de proverbios de complejidad y de un breve tratado de la doctrina cristiana. Lo que presta unidad a la obra es la permanencia de dos interlocutores.
Los temas de la obra van destinados a los integrantes de la clase social a la que él mismo pertenece y su objetivo último es la defensa del orden social establecido. Defiende su estamento social y defiende la necesidad de comportarse de acuerdo con los principios del honor y el mantenimiento del prestigio; por otro lado, también se preocupa por la salvación del alma. A estos temas se asocia frecuentemente el de la fama.
La estructura que siguen los exemplos es la siguiente: el conde muestra su deseo de saber mediante la pregunta, su consejero Patronio responde con un relato del que se extrae una enseñanza; finalmente, el autor de la obra se hace presente y vierte esa enseñanza en unos versos.
La prosa en el siglo XV abandona la inspiración en los modelos orientales para inspirarse en los procedimientos estilísticos del latín clásico. Así, se llena el estilo de afectación y grandilocuencia, aunque el Arcipreste de Talavera introduce también el lenguaje de la calle.
La prosa didáctica. Tenemos a Alfonso Martínez de Toledo, con su obra Corbacho o Reprobación del amor mundano, que se sitúa en una línea de literatura feminista. La obra tiene apariencia miscelánea, aunque el propósito moralizante le presta unidad.
La novela sentimental. Tiene su origen en las teorías del amor cortés. La pureza del amor, el panegírico de las mujeres, el sufrimiento del amante, la expresión del sentimiento amoroso mediante la alegoría remiten a esa tradición. La obra más representativa del género es Cárcel de amor, de Diego de San Pedro.
Libros de caballería. El Libro del Caballero Zifar lo tenemos como antecedente a este género. Los libros de caballerías toman como modelo literario más importante y decisivo en el Amadís de Gaula, que contiene los elementos fundamentales de la tradición artúrica.
La historia. Aparte de las crónicas de los reinados, destacan los relatos biográficos de Fernán Pérez de Guzmán, con Generaciones y semblanzas, y Hernando del Pulgar, con Claros Varones de Castilla.
La prosa humanística. La presencia del humanismo empieza en España en el reinado de Juan II, manifestándose a través de las traducciones de los clásicos latinos. Durante el reinado de los Reyes Católicos, el humanismo da importantísimos frutos. La figura más importante de esta época es Elio Antonio de Nebrija, que fue uno de nuestros más grande filósofos, autor de la Gramática de la lengua castellana, la primera de una lengua romance, y el Vocabulario español latino. Nebrija se proponía varios objetivos con su gramáticas, como fijar el castellano mediante unas normas, mejorar el estudio del latín, y extender el castellano a los pueblos que previsiblemente serán sometidos a Castilla.
La literatura española entra de lleno en la modernidad literaria con la obra cumbre de la Edad Media, La celestina, obra de Fernando de Rojas.
Con respecto al género, tema bastante discutido por la crítica actual, podemos decir que ha sido considerada como una obra teatral o como una novela dialogada. La estructuración en actos y la hegemonía absoluta del diálogo, parecen apoyar su carácter dramático, pero su gran extensión, su especial tratamiento del tiempo y del espacio, y la construcción retórica de algunos pasajes, deficultan su representación en un escenario. Históricamente, La celestina tiene evidentes relaciones con el género conocido como “comedia humanística italiana”. Algunos críticos han llamado la atención sobre las semejanzas entre La celestina y la novela sentimental, para defender la adscripción de la obra al género narrativo. En conclusión, podemos decir que La celestina es la primera tragicomedia española, debido a la coexistencia de personajes nobles con criados y rufianes.
Temas, el amor y la muerte. Todos los personajes experimentan el amor, sentimiento que pone en marcha el mecanismo de la tragicomedia. Calisto, vive su pasión amorosa olvidándose de todo. Melibea, acaba sucumbiendo a los requerimientos de Calisto gracias a las dotes de la Celestina. Los personajes que no pertenecen a la nobleza también viven su propia experiencia de amor, Celestina se aprovecha del amor para conseguir su subsistencia, Sempronio es víctima del amor de Alicia, y Pármeno entra a formar parte de la trama empujado por su apetito sexual. Pero el loco amor de la obra va unido a la muerte. Muere Calisto, Melibea se suicida, Celestina muere a manos de Sempronio, éste y Pármeno quedan malheridos a arrojarse por una ventana, y en el suelo son ejecutados por la justicia. La conciencia de la muerte está presente en todos los personajes, los lleva reiteradamente a exaltar el gozo por la existencia y la sensualidad. La fortuna, que también es otro tema central, ha hacho así acto de presencia.
El teatro medieval
Son pocas las obras teatrales conservadas. En su mayor parte tuvieron un carácter religioso y su representación tenía lugar en las Iglesias y con motivo de ocasiones solemnes. Del siglo XII es el Auto de los Reyes Magos. No se ha conservado ninguna otra obra teatral anterior al siglo XV, época en que destacan tres autores:
- Gómez Manrique; compuso la Representación del nacimiento de Nuestro Señor, para ser representada en un convento. Basándose en los Evangelios, recoge una serie de estampas yuxtapuestas referidas al nacimiento de Jesús.
- Juan del Encina; autor de una amplia y variada obra. Fue poeta de cancionero, músico, preceptista, traductor de las Bucólicas de Virgilo, autor de poesías de inspiración popular, y su importancia radica en ser el verdadero iniciador del teatro castellano. En su producción alternan obras de carácter religioso y obras profanas, tendencia esta última de raigambre humanista. Es característico en sus obras el empleo del lenguaje rústico conocido como sayagués.
- Lucas Fernández: En su obra, Farsas églogas al modo y estilo pastoril y castellano, se manifiesta la influencia de Encina en el empleo del sayagués y en los cuadros pastoriles
RENACIMIENTO
Introducción al Renacimiento
El Renacimiento es un movimiento que adopta como modelo las fórmulas literarias o artísticas latinas. Esto afecta tanto en la literatura, en arquitectura como en la escultura y pintura. Los modelos a seguir por los autores renacentistas eran los de Petrarca, Bruneleschi en arquitectura, Donatello en escultura y Boticelli en pintura.
En cuanto a los aspectos religiosos, en la primera mitad de siglo predomina la doctrina de Erasmo de Roterdam, la cual defiende la vivencia interior de la religión y no en contra de las externas de cultos, siguiendo la causa de la reforma protestante. En la segunda mitad de siglo triunfa la contrarreforma, se rechaza el erasmismo y se impulsa el catolicismo. Se produce un auge en la literatura religiosa, en la ascética y en la mística.
Los aspectos culturales e ideológicos se caracterizan por la admiración a la antigüedad clásica. Surge un nuevo espíritu al que se conoce con el nombre de Humanismo, aspecto intelectual del Renacimiento, fundamentalmente filosófico, basado en la nueva concepción del hombre renacentista, superación de los valores medievales y retorno a las fuentes clásicas. Se limita al estudio grecolatino y literario, filosófico e histórico en especial. Primero se extiende por las lenguas latinas y luego pasa a las lenguas recientes.
Durante la primera mitad de siglo, recibe influencias de Erasmo de Roterdam. En España se rastrea en Valladolid y Sevilla, donde están reprimidos. El rey Carlos, al principio, hace que el movimiento eramista tenga una actitud cautelosa y luego hostil. Pero la influencia más evidente en el Renacimiento español es la italiana, que entran en la literatura del país gracias a Boscán y a Garcilaso, ambos impregnados por el estilo de Petrarca. También encontramos estas influencias en Cervantes.
El Renacimiento es la etapa literaria del antropocentrismo, frente al teocentrismo de la Edad Media. En el Renacimiento el hombre es el centro del universo, y se siente capaz de dominar el mundo con su inteligencia. La vida terrenal se convierte en un lugar de goce, bellezas y placeres, a lo que se implica la constante aparición de la naturaleza en las obras renacentistas. El hombre renacentista busca la armonía, utilizando la razón para dominar las pasiones. Intenta alcanzar el equilibrio.
El Renacimiento se ve influenciado por varias corrientes filosóficas de las que podemos señalar las siguientes:
Escepticismo: el hombre cree que lo que se cuenta es verdad, cree que la verdad no se puede ocultar.
Epicureísmo: invita al goce de la vida, buscando el placer exento de dolor.
Estoicismo: se busca con el control de uno mismo, en el dominio de las pasiones y en la resignación del hombre en las circunstancias adversas.
Platonísmo: el hombre debe alcanzar la perfección divina a través de la belleza, y debe seguir tres vías, amar a una mujer, contemplación de la naturaleza y la creación artística.
Hay que decir que el renacimiento acaba con el estilo gótico, en la pintura, arquitectura y escultura, pero no
en la literatura, ya que aquí suele haber dos niveles, el nivel culto y el nivel popular, siendo el popular el más tradicional. Sobre todo se conservan obras de poesía cancioneril y romances.
Durante este movimiento renacentista, España estaba reinada por los Reyes Católicos, lo cuales se proponían la unidad religiosa para fortalecer y consolidar la Corona. Esto excluye a las religiones minoritarias de moriscos y judíos. Los judíos que aceptaron la conversión al catolicismo, llamados cristianos nuevos o conversos, serán objeto de continuas sospechas. Contra ellos se alza la creación de la Santa Inquisición, y se pasa de una situación en la que convivían tres etnias a otra de sospecha y persecución de minorías. Este tema tendrá importancia en la cultura y aislamiento de la España moderna con respecto a Europa.
Lírica renacentista
La poesía española del Renacimiento es una simultaneidad de lo viejo y de lo nuevo, de las corrientes más tradicionales y de las corrientes europeas modernas, representadas por Garcilaso de la Vega. La poesía renacentista la podemos clasificar según dos estilos:
Poesía heredada del siglo XV: por una parte tenemos los romanceros, los cuales vieron su auge debido a que la imprenta favoreció la difusión por escrito de estos poemas que anteriormente solo se difundían de forma oral. En 1548 se publicó por primera vez una colección de romances destinados a los soldados que luchaban en Flandes. La base métrica de los romances era el octosílabo, con rima asonante en los versos pares. Por otra parte encontramos la canción popular, que eran obras donde había sido recogida la lírica popular, por poetas que eran músicos a la vez, como Juan del Encina. Esta lírica popular mantenía un estilo sencillo y emotivo. Su base métrica también era el octosílabo. Y por último encontramos la canción cortesana, y es que los poetas cortesanos seguían cultivando las canciones de tipo trovadoresco y los temas del amor cortés. La canción cortesana se estructuraba en dos partes. la primera, de cuatro o cinco versos, que era la canción, y la segunda, de ocho o nueve versos, la cual era la glosa que desarrollaba la canción. Su base métrica vuelve a ser el octosílabo. Con el paso del tiempo, el lenguaje elaborado y lleno de juegos de palabras de la poesía cortesana se había ido desgastando por el uso, por esto se buscó una renovación poética.
Renovación poética del renacimiento: una de las características más importantes del Renacimiento es la búsqueda de la autenticidad en todos los órdenes de la vida, aunque también en la poesía. El poeta desea comunicar sus verdaderos sentimientos, y para esto necesita un verso lo suficientemente amplio para contener la introspección amorosa con una cierta holgura, consiguiéndolo con el uso del endecasílabo. Los factores que influyeron en la renovación poética del siglo XVI, son el petrarquismo, que se basaba en el desnudo del corazón, en la idealización del amor imposible, reflejo de los sentimientos contradictorios de su alma, y todo en ello en un lenguaje sencillo y natural; y el otro factor fue el metro italiano, del cual se tomó el uso del endecasílabo, lo cual suponía muchas ventajas para la expresión precisa y sincera, descripción de los sentimientos sin tener que preocuparse del ritmo y de la rima cada ocho sílabas. A partir de entonces, aunque convivió con el octosílabo, el verso endecasílabo se convirtió en el metro preferido por los poetas cultos españoles de los siglos XVI y XVII.
Temática
El renacimiento supone en el terreno literario un amplio conjunto de cambios estéticos y formales, además de una alteración en la visión que tiene el artista del mundo y sus problemas. Por ello también se produce una renovación temática. Los grandes temas del siglo XVI son:
- Amor: sentimiento amoroso en estado puro e ideal, es decir, honesto y virtuoso, desprovisto de toda sensualidad. En las descripciones de las damas se muestra con detalle su rostro y, esporádicamente, se menciona su cuerpo, hecho que tiene lugar por medio de metáforas. Junto a esa imagen bella de la amada, aparece otra cruel, pues la dama, enamora y luego desdeña al amado. De ahí que el yo poético exprese la queja y el lamento que siente al no ser correspondido su amor.
- Naturaleza: el Renacimiento exalta los valores naturales y convierte a la naturaleza en símbolo de la perfección divina. La descripción de paisaje queda envuelta en una atmósfera idea, en una marco natural que infunde paz y sosiego. La naturaleza ha sido desprovista de todas sus impurezas y se ha creado un mundo ideal donde reinan la armonía y el equilibrio.
- Mundo pastoril: como derivación en prosa y en verso del gusto renacentista por la exaltación y la idealización de la naturaleza, surgió esta temática, que desarrolla amores entre pastores en un paisaje idílico, estático y armonioso. Sus personajes, bajo el disfraz de pastores, son refinados y cortesanos, características del ser humano no contaminado por la sociedad y sus lacras.
- Mitología: los poetas renacentistas utilizan personajes y situaciones de la mitología grecolatina para ejemplificar vivencias o sentimientos autobiográficos. Este aspecto contribuye a la creación de una poesía elitista y refinada, bastante alejada de la tradicional.
Tópicos renacentistas
Existen una serie de temas consagrados o motivos estereotipados, de uso común entre los escritores, que se denominan tópicos o lugares comunes, a los que recurren todos los escritores. A pesar de que tienen su origen en la literatura clásica, han sido recreados en la historia de nuestra literatura. Los tópicos más utilizados son:
- Descriptio puellae: descripción idealizada de la amada según el canon de belleza femenina de la época (ojos claros, piel blanca, cabellos rubios...)
- Locus amoenus: entorno ideal que envuelve a los enamorados y que recrea el mundo pastoril, pues se considera la forma de vida más perfecta. En él reina la verdad, la belleza y la bondad.
- Carpe Diem: incide sobre la fugacidad de la existencia humana e insta a las personas a aprovechar el presente.
- Beatus ille (término medio): representa el gusto y la satisfacción por las cosas sencillas, frente al deseo de ostentación y riqueza.
- Ubi sunt (¿dónde están?): recuerdo de algo -la belleza de la amada, el poder de una civilización...- que ya no existe. Incide en la fugacidad de todas las cosas del mundo.
Cambios lingüísticos y prosa literaria
A finales del siglo XVI, el español era prácticamente el actual desde el punto de vista fonético y morfosintáctico. Porque Sevilla era la auténtica capital económica de España, surgió el andaluz como dialecto diferenciado.
En cuanto a literatura, el siglo XVI marca un camino hacia las nuevas corrientes italianas. Los dos rasgos que caracterizan este periodo son la naturalidad y la selección, y también la tendencia a diluir los elementos más cultos en busca de una armonía expresiva y conceptual. Con la prosa, nada tiene que ver el estilo de la novela pastoril, es una variedad y riqueza tal como jamás en la historia literaria española de antes ni de después se volverá a dar.
Poesía
Existe una poesía renacentista aunque convive con la lírica tradicional. Los dos autores mas destacados son Diego de Hurtado Mendoza, con la Historia de la Guerra de Granada, de estilo muy culto y latinizante y que no sólo narra los hechos, sino que los comenta y critica, como poeta es valorado por sus versos de corte tradicional e influjo cancioneril. Y el otro es Gutiérrez de Cetina, el cual tiene composiciones con influjo de Petrarca y de Ausias March, sus obras son latinizantes y de tipo cancioneril, se conoce por su famoso madrigal Ojos Claros, Serenos.
La escuela sevillana; en Sevilla, en la segunda mitad de siglo proliferaban las escuelas literarias, y en una de ellas se dio a conocer Fernando de Herrera, principal representante de la Escuela Sevillana. A este grupo poético pertenecen también Baltasar de Alcázar, quien escribió poemas amorosos y religiosos entre los que destaca Cena Cojosa, y Luis Barahona de Soto, con poesía de corte latinizante y tradicional, escribió un importante libro de caza, Diálogos de la Montería y un poema épico, Las Lágrimas de Angélica.
La poesía épica
Los poemas narrativos del siglo XVI no son de gran calidad, son cultos, extensos y carecen de espíritu épico, salvo la Historia Parthenopea de Alonso Hernández, además de La Araucana de Alonso de Ercilla, Austriada de Juan Rufo y Las Lágrimas de Angélica de Luis Barahona de Soto.
Alonso de Ercilla en La Araucana, la mejor obra del periodo, canta la sublevación de los araucanos, y el poema se resiente de sus diversas etapas de composición.

La prosa
Era rica y variada en cuanto a géneros y a formas de expresión. Tenemos toda una serie de historias y una gran variedad de formas o géneros novelescos:
- La novela de caballería: la primera novela es el Amadís de Gaula, modelo que siguieron todas las demás novelas de caballerías. Nunca un libro español había tenido tanto éxito. Su lengua es medieval, el protagonista es el modelo de caballero perfecto, inserto en un mundo mágico que despertaba la imaginación del lector. Otra gran novela es Tirant lo Blanc, la cual es muy realista y hasta ha sido considerada como un antecedente de la novela moderna, quizás este realismo fue lo que hizo que no tuviese mucho éxito en su época. El auge de la novela de caballerías duró todo el siglo XVI, pero la aparición de El Quijote de la Mancha supuso un duro golpe para el género.
- La novela pastoril: Los pastores son un tema recurrente en la literatura, con distintas perspectivas. Se dieron dos corrientes, una, la provenzal, con pastores idealizados de tipo clásico, otra realista, representada por las serranillas del Arcipreste de Hita. En el Renacimiento italiano se difunde de nuevo el modelo pastoril idealizado.
La novela pastoril es más que un marco ficticio para la expresión de sentimientos amorosos, los protagonistas son gente culta, cortesana, por tanto el pastor es sólo un disfraz bucólico y tienen como marco una naturaleza tópica. Se puede decir que son obras de un elaborado retoricismo, de tipo renacentista. El creador del género en España fue Jorge de Montemayor con su obra Los Siete Libros de la Diana. Otro gran creador del género fue Gaspar Gil Polo con Diana Enamorada como continuación de la novela de Montemayor. La novela pastoril también tuvo su prolongación en el siglo XVII, cultivada por Cervantes y Lope de Vega.
- La Novela Bizantina: alcanzó un enorme éxito en la segunda mitad del siglo XVI, ya que iba destinada preferentemente al mundo femenino, y hay dos elementos importantes que justifican su popularidad, la acción y los sentimientos. En España el primer cultivador fue Alfonso Núñez de Reinoso con su obra Historia de los amores de Clareo y Florisea y también Jerónimo de Contreras con La Selva de Aventuras. En este tipo de novelas se han encuadrado también dos obras de Cervantes y Lope de Vega.
- La Novela Morisca; no alcanzó la popularidad de las anteriores, pero encontramos de nuevo aventuras y desventuras amorosas de personajes que se sitúan lejos de la realidad debido a su distinta raza y credo religioso.
- La Novela Picaresca; es de creación original española. El protagonista es el pícaro, y es el antihéroe. No hay grandes aventuras, espacios exóticos ni amores, sólo el pícaro y sus pequeñas aventuras cotidianas. No tiene un lenguaje característico. Desde un punto de vista estructural y de contenido, se caracteriza por la narración en primera persona, el tipo de personaje, la secuencia de aventuras que conforman la vida de éste, la crítica social que se desprende de los hechos y de los personajes con los que el pícaro se relaciona y, en menor medida por su finalidad moralizante.
El Lazarillo de Tormes, es obra anónima que se publicó en 1554, y es la mas representativa de la novela picaresca. Mateo Alemán, el Guzmán de Alfarache, es un escritor de novela picaresca y destacó por su obra moralista, El Guzmán, de la que se ha dicho que es una obra moralizante con un disfraz de novela picaresca. Otras obras picarescas son La Pícara Justina, La Hija de la Celestina, En la vida del Escudero Marcos de Obregón y La Vida del Buscón llamado Pablos, de Quevedo.
La prosa ascética y mística
Dentro de la prosa ascética y mística, tenemos tres autores que destacar, lo cuales son:
- Fray Luís de León. Su prosa consta de cuatro obras fundamentales: El cantar de los cantares, La perfecta casada, La exposición del Libro de Job y Los nombres de Cristo. En su primera obra, El cantar de los cantares, el autor se muestra como un gran filósofo y además, la glosa y explicación que realiza del texto bíblico posee ya todas las características de su estilo. La perfecta casada es una obra amena, que nos cuenta como debe comportarse la casada cristiana. La exposición del Libro de Job, fue su obra más compleja, en esta obran no sólo se dedica a traducir, sino que realiza comentarios al texto y cada uno lo acaba con un terceto. Por último, hay que citar la más destacada de sus obras en prosa, Los nombres de cristo, la cual es también la más original. En ella alcanza Fray Luís la perfección estilística.
- Fray Luis de Granada. Escribió obras en latín y en portugués. De entre sus obras castellanas destacan la Guía de pecadores y la Introducción del símbolo de la Fe. La primera es un tratado sobre la forma de comportarse del cristiano, de carácter moralizador. La Introducción es su mejor obra, en ella va ascendiendo y profundizando en el conocimiento de la religión cristiana, hasta el punto de que se ha dicho que es una “enciclopedia de la religión”.
- Santa Teresa de Jesús. La primera obra de Santa Teresa es autobiográfica, el Libro de su vida, y tiene como finalidad contarnos sus experiencias místicas. Su primer libro propiamente religioso, es Camino de perfección, libro ascético para enseñar cuál es el camino para llegar a ser una buena monja. El cénit de su obra está representado por Las Moradas o Castillo anterior, en la que el camino hacia la unión con Dios está imaginado como un castillo con siete estancias, de las cuales, en las tres primeras se reconoce la vía ascética, y en las cuatro últimas se expone a la unión mística. Su última obra literaria fue el Libro de las fundaciones, en la que narra su vida como fundadora desde 1567, todo ello con el mismo estilo sobrio y casi coloquial.
La prosa histórica
Comienzan en el siglo XV, y van desde las crónicas de reinados a las de personajes particulares. Dentro de la prosa histórica, nos encontramos con dos grandes grupos:
- La historia peninsular. En el siglo XVI surge la figura de Florián de Ocampo, que escribe una Crónica general de España, y lo que hace es recoger y ampliar las leyendas de los presuntos reyes que había habido en España.
Totalmente distinto es el planteamiento de Ambrosio de Morales, que escribe su Crónica general de España, como continuación de la de Ocampo, pero con planteamientos más rigurosos y modernos, pues también se ocupa de la economía, de la religión, del arte, etc.
Sin duda, el mejor historiador de la época fue Juan de Mariana, el cual su principal novedad reside en los comentarios a los hechos que narra. Su obra fue base fundamental para el estudio de la historia de España hasta fechas recientes.
Quizás, el historiador de crónicas particulares más importante sea Jerónimo de Zurita, autor de los Anales de la Corona de Aragón.
Finalmente, por su originalidad, hay que citar la Crónica historia, del bufón de Carlos V, Francesillo de Zúñiga, ya que su obra está llena de humor y de crítica a los personajes de la Corte.
- Historiadores de Indias. A América, también acudieron eclesiásticos con la misión de cristianizar a los indígenas. Muchos de ellos consiguieron leyes protectoras que eximían a estos de la esclavitud, lo que favoreció el tráfico de esclavos negros. Por ello, abundan las obras que cuentan las experiencias, los sufrimientos y los éxitos evangelizadores, surgiendo así las primeras crónicas de Indias. El mismo Colón, con sus Diarios, aunque no se puede considerar cronista, se constituye en avanzado de las historias de Indias al relatar las vicisitudes del Descubrimiento.
El primer cronista de Indias propiamente dicho fue Gonzalo Fernández de Oviedo, quien escribió la Historia general y natural de Indias. También importante fue el sevillano Bartolomé de las Casas, conocido como “el apóstol de los indios”, por la defensa que de ellos hizo en sus obras. Escribió Historia general de las Indias y Brevísima relación de la destrucción de Indias. Francisco López de Gómara, fue el primer historiador de Indias que no pisó tierras americanas. Era capellán de Hernán Cortés, fue lo que le permitió escribir sobre la conquista de México, siempre desde el punto de vista de Cortés. En reacción de Gómara, Bernal Díaz del castillo escribió la Historia verdadera de la conquista de Nueva España..
Mención especial merece el inca Garcilaso de la Vega, primer escritor de origen indio. Escribió dos obras La Florida del Inca o Historia del adelantado Hernando de Soto y su obra capital, los Comentarios Reales.
La prosa humanística
Agrupamos a una serie de escritores que escribieron sobre temas muy diversos, pero en los que hay un elemento común, el humanismo como espíritu conformador de sus escritos. Así, encontramos a:
-Antonio de Guevara. Sus obras más conocidas son Menosprecio de corte y alabanza de aldea y las Epístolas familiares. El estilo de Guevara es muy peculiar, es retórico, lleno de enumeraciones, antítesis, paralelismos frases contrapuestas, anadiplosis, latinismos, etc. En este sentido, Guevara es una excepción en una época en la que predominan la naturalidad y la poca afectación.
- Pedro Mexía. Hidalgo sevillano, autor de la Silva de varia lección, libro misceláneo en el que trata de historia, astronomía, filosofía, y también escribió unos Diálogos en los que varios personajes hablan de temas diversos, muchos inspirados en la tradición clásica.
- Juan de Mal Lara. También sevillano, escribió diversas obras, pero la que le dio fama fue La Philosophia vulgar, en la que cada refrán es comentado sobre su significado, validez, etc.
- Juan de Huarte San Juan. Navarro, autodidacto y originalísimo, publicó su Examen de ingenios, en el que expone su teoría sobre la tipología de las personas, sus temperamentos, y las cualidades mentales de cada uno de ellos.
- Antonio de Torquemada. leonés, escribió los Coloquios satíricos, en donde se critican distintos aspectos de la vida. Pero más importancia tiene el Jardín de flores curiosas, libro misceláneo a imitación del de Pedro Mexía.
- Juan de Valdés. Su obra más importante es el Diálogo de la lengua, conversación de Valdés con dos amigos italianos sobre la lengua española. Esta obra es una reflexión sobre diversos aspectos de la lengua española, sobre los que unas veces se acierta y otras no. Defiende el uso de la lengua romance frente a la latina y, como ideal de estilo, la sobriedad, la naturalidad y la concisión.
- Alfonso de Valdés. Cortesano, humanista. Su Diálogo por las cosas ocurridas en Roma, trata del saco de Roma por las tropas de Carlos V. En el Diálogo de Mercurio y Cantón, justifica la política imperial respecto a las luchas con Francia, además de criticar otros aspectos de la sociedad de su tiempo.
El teatro
Cuatro autores centran este apartado. Los dos primeros Torres Naharro y Gil Vicente, escriben un teatro hecho para ser representado en las cortes de nobles y reyes. Por contra, el teatro representado por Lope de Rueda y por Juan de la Cueva, es un teatro popular, cercano, a lo que, más tarde, será la comedia de Lope de Vega.
- Bartolomé Torres Naharro. Aunque también fue poeta, su actividad dramatúrgica es un verdadero antecedente del teatro clásico. La Propalladia es un compendio de toda su obra. Consideró que la obra teatral se debía dividir en cinco actos y que el numero de los personajes debía ser entre seis y doce. Dividió sus obras en dos tipos: comedias a noticia y comedias a fantasía. En las primeras se tratan asuntos de la vida real, mientras que en las segundas se admitían elementos fantásticos., pero la diferencia fundamental está en que en las segundas el argumento está mas desarrollado. De entre sus obras destacaremos, Soldadesca, Tinellaría, Serafina e Yimenea.
- Gil Vicente. Aun cuando era un escritor culto, su gran valor en teatro es el uso de los elementos populares, tanto en el lenguaje, los temas y en la métrica, usando con frecuencia el romance. Podemos clasificar su obra en tres grandes bloques: las obras religiosas, en las que cabe citar el Auto pastoril castellano y el Auto da Silva Casandra. También pertenecen a este grupo la trilogía de las Barcas, Barca do inferno, Barca do purgatorio y Barca da Gloria. En el segundo grupo, llamado el de las obras de costumbres, la finalidad es la crítica social y especialmente la comicidad. En este grupo destacaremos la Farsa dos médicos, la Comedia do viuvo y sobre todo la Farsa de Inés Pereira. En el tercer grupo, el de las comedias, destacan dos obras tomadas de las novelas de caballería, Amadís y Don Duardos, pero que no se tratan de obras de caballería, sino de comedias de amor con pretexto caballeresco
- Lope de Rueda. Con él, el teatro no sólo deja de ser un teatro cortesano para hacerse popular, sino que también se rompen los moldes anteriores de tipo humanísticos. El suyo es un teatro cómico, todo ello expresado con un lenguaje popular, y toma sus argumentos de la vida real.
Su obra esta articulada en comedias, coloquios y pasos. Las comedias son muchas veces un pretexto para la introducción de pasos, como ocurre en la comedia Eufemia o en Armelina. En los coloquios pastoriles, Rueda supo contraponer el lenguaje de los auténticos pastores con el alambicado de los personajes de alta condición social. Los coloquios mas importantes son Camila y Tymbria (en prosa) y Prendas de amor (en verso). Respecto a los pasos, podemos decir que michos de ellos se encuentran integrados en sus comedias. Todos los pasos están en prosa y son piezas cortas. Los propios títulos nos muestran el tema y el ambiente desenfadado de los mismos, Los criados, Cornudo y contento, El rufián cobarde, La generosa paliza, Los lacayos ladrones, etc. Uno de los más conocidos es el de Las aceitunas.
- Juan de la Cueva. Se dedicó a escribir obras de teatro que se pueden clasificar en tres grupos, el grupo de obras de temas clásicos, compuesto de tres obras que son Tragedia de Ayax Telamón, Tragedia de la muerte de Virginia y La libertad de Roma por Mucio Cévola. Las obras de temas nacional son las más importantes e innovadoras, y también aquí tenemos tres obras, La muerte del rey don Sancho, Tragedia de los siete infantes de Lara y La libertad de España por Bernardo del Carpio. De temas novelescos tenemos otras tres obras, La constancia de Arcelina, El viejo enamorado y Comedia del infamador. Ya de mayor, escribió un tratado sobre el teatro, El ejemplar poético.
COMENTARIO DE TEXTOS
La celestina
El texto es un llanto de Pleberio por la muerte de su única hija, Melibea. El texto está lleno de lamentaciones del mismo acerca de la vida que ha llevado. Se refiere a la vida como si de una persona se tratase, y hace referencia a su venganza por los continuos desafíos que él le hizo en su juventud. Cuenta como la vida se ha vengado de él arrebatándole a su única hija, la cual solo contaba con veinte años. También hace referencia al desequilibrio de la muerte, cuando piensa que debería haber sido él quien muriera, ya que está viejo y no le queda nada que hacer en este mundo, y no su hija, por la que ha luchado y ha conseguido todo lo que posee.
El texto está cargado de adjetivación, una adjetivación que apunta hacia la amargura, a la impotencia, a la tristeza que deja la vida y que sienten las personas al vivir en el mundo, al que califica como un valle de lágrimas al que se viene a sufrir, tópico muy difundido en la Edad Media. Pleberio está dividido entre la esperanza de la existencia de una vida en el más allá, la cuál quiere para si, y también muestra su egoísmo al querer que su hija viva en este mundo de sufrimiento. División de sentimientos reflejada en las antítesis que se encuentran en le texto, cuando nos habla de la vida como “un huerto florido pero sin fruto”, cuando la califica como “un trabajo sin provecho, como una dulce ponzoña, una vana esperanza”, la acusa de “lastimar el corazón sin dañar las ropas”, dice que tiene “un dulce nombre pero que amargos hechos hace”. También encontramos estructuras paralelas, debido al estilo renacentista que el texto posee. Esta estructuras paralelas buscan la musicalidad y el ritmo, dotar al poema de hegemonía y equilibrio, como podemos ver en las líneas 22-23-24 y 25: “para quién edifiqué torres, para quién adquirí honras, para quién planté arboles, para quién fabriqué navíos.” El personaje, además, habla y se expresa según su condición social. Pleberio, como era perteneciente a la alta nobleza, tiene un léxico ennoblecido y lleno de cultismos. Al expresarse, Pleberio usa hipérboles y exageraciones, para dar énfasis y dramatizar hasta lo más extremo posible su dolor y la rabia que siente hacia la vida, así, encontramos en la línea 39 palabras como “río de lágrimas, mar de miserias...” que a la vez constituyen una reiteración en la estructura.
Se dice que es una obra puente entre la Edad Media y el Renacimiento, porque postula ideales y tópicos de ambas corrientes. Por una parte, como ya se ha dicho anteriormente, califica la vida terrena como un valle de lágrimas lleno de sufrimientos y en el que las personas deben prepararse para la otra vida, conciben la muerte como una liberación del dolor producido en este mundo. Pero a la vez, el sufrimiento de Pleberio viene dado por la muerte de su hija, a la que a veces califica como su amor platónico, por el cual sufre. También hace alusiones al tópico renacentista “carpe diem” cuando Pleberio cuenta como en su juventud desafiaba a la muerte y vivía el momento presente sin pensar en nada más, y el “locus amoenus” , cuando percibimos como en la segunda etapa de su vida, aprecia el nacimiento de su hija.. Los tópicos medievales tienen una mayor presencia en la segunda etapa de la vida de Pleberio.
Dafne
El texto de Dafne recrea el mito de la ninfa Dafne, la cual, era perseguida por Apolo. Apolo estaba enamorado de ella y la acosaba sin cesar, hasta que llega un día en el que la viola. El padre de Dafne, dios griego, como castigo para Apolo, convierte a su hija en un laurel, el cuál será regado por las lágrimas que Apolo vierta por la pérdida de Dafne. El poema nos cuenta como sucedió la transformación de Dafne en laurel.
La obra es el reflejo del amor imposible, del sufrimiento del enamorado renacentista, y viene dado en el amor que su autor, Garcilaso de la Vega, sentía por Elisa, un amor no correspondido, ya que Elisa estaba casada. El uso de los temas míticos en el Renacimiento era común para expresar los sentimientos. Se basaban en las aventuras y desventuras de los dioses para expresar las suyas y las usaban como moraleja a aplicar en la vida amorosa, otro de los temas renacentistas, el amor junto con la naturaleza.
El texto está articulado en tres partes. Una primera parte que cuenta y describe el proceso de transformación que Dafne va sufriendo, comenzando por los brazos, pasando por los cabellos y terminando por los pies. La segunda parte hace referencia al castigo que Apolo obtuvo y la causa que motivó el desarrollo de la acción literaria. Y una tercera parte donde Apolo se lamenta de lo que ha hecho y llora en desconsolada pena, cosa que hace que el laurel crezca.
El texto es un soneto, recurso más característico de la etapa a la que pertenece la obra, el Renacimiento. El poema pertenece a la Égloga III de Garcilaso, compuesta de canciones de amor. El soneto tiene una estructura articulada en cuatro estrofas, de las que son dos cuartetos y dos tercetos encadenados o no. Son versos endecasílabos, que siguen la estructura ABBA-ABBA-CDE-CDE, y con rima consonante.
Entre los recursos utilizados, los mas relevantes son el uso de epítetos, característicos en Garcilaso, como recurso más representativo del poema para acercar las cosas a su perfección, y uso de aliteraciones mediante el sonido “r”, que nos remite y nos deja constancia sin darnos cuenta del profundo dolor que siente el poeta. También hace uso de la admiración retórica en la última estrofa, para enfatizar el lamento de Apolo. La aportación de elegancia, ritmo y melodía la hace a través del uso del hipérbaton.
Ah de la Vida
El poema es una alusión pesimista y triste de la rapidez con que pasa la vida, cómo el presente se hace pasado y el futuro presente sin darnos cuenta. De como ignoramos o queremos ignorar esta fugacidad. El autor está obsesionado por el paso del tiempo.
El texto es un soneto, también usados en el Barroco. Está compuesto por cuatro estrofas, dos cuartetos y dos tercetos encadenados o no, con versos endecasílabos y rima consonante ABBA-ABBA-CDC-DCD. Se hace uso del soneto para dar expresividad y conmover, y también por el gusto de los cantares junto al cultivo de la lírica culta.
El poema está articulado en tres partes según su intención de mensaje. En la primera parte hace una generalización sobre la rapidez con la que ha vivido su vida, recordando hechos y sucesos vividos, en esta parte también hace referencia a la causa de su locura, el tiempo. En la segunda parte hace una enumeración sobre las cosas que suceden , describe como el presente pasa a ser pasado e intenta dar una explicación de qué es el tiempo. Y ya en la tercera parte es donde nos concluye con que la vida pasa sin darnos cuenta, al unirnos pañales y mortaja.
Los recursos usados en el poema son propios del conceptismo, línea a la que pertenecía su autor, Quevedo, ya que el Conceptismo, al preocuparse fundamentalmente por el contenido, aspiraba a conseguir significados profundos, a crear conceptos, exprimiendo al máximo la lengua para que las palabras estuvieran cargadas del mayor número posible de significados. Así, encontramos metáforas en el texto como “la fortuna mis tiempos ha mordido”, refiriéndose a la codicia del dinero, “ayer se fue, mañana no ha llegado”, donde se refiere al pasado y al futuro, y “pañales y mortaja”, refiriéndose a la infancia, los tiempos de cuna y a la muerte.
También encontramos apóstrofe, dirigiéndose a la vida. Metonimias, cuando dice “mi locura las esconde” se puede referir a la indiferencia, al miedo a la locura propiamente dicha y a más conceptos de la vida que te hagan recordar o que te adviertan de que el tiempo va pasando. Usa algunas antítesis como “falta la vida, asiste lo vivido” y “junto pañales y mortaja”.
Es de importancia señalar el uso del campo semántico relativo al tiempo, con palabras como antaño, ayer, mañana, hoy, y expresiones verbales que reflejan el constante paso del mismo, como fue, será, es, etc. Respecto a los tiempos verbales, también cabe decir que la mayoría de los verbos son acciones perfectivas, acabadas, que nos vienen dadas por el pretérito perfecto compuesto y que nos transmiten acciones pertenecientes al pasado.
Podemos decir que el texto es Barroco en cuanto al tema, en cuanto al tipo de estrofa usada, en cuanto a los recursos estilísticos y en cuanto a la forma de expresión del autor. El Barroco es una etapa en la que el hombre está completamente obsesionado por la brevedad del tiempo. También se refleja en el texto el desengaño del hombre con la realidad, donde, al contrario que en el Renacimiento, se da cuenta de lo dura y rápida que ésta es. Usa un léxico rebuscado que nos produce una profundidad en los sentimientos del autor, juega con las palabras intencionadamente para provocar diferentes sensaciones. Mediante el uso del soneto ha buscado la expresividad y el poder de conmover con pocas palabras. Su mensaje está en la profundidad de su contenido.
El sí de las niñas
En el texto se narra cómo dos enamorados confiesan su amor, que es ya sabido por Don Diego, ante la madre de ella. Ella, la joven Doña Francisco, estaba destinada por su madre y abuela a ser casada con Don Diego, hombre viejo y adinerado, el cuál quería casarse con ella por miedo a verse solo en la vejez. Pero comprende que no le sirve de nada romper ese amor que se tienen Don Carlos y Doña Paca, y les perdona concediéndoles el permiso para que se amen, pidiéndoles su primer hijo para que le acompañase en la soledad cuando se hiciera viejo. La madre de la muchacha, algo sorprendida al principio, acaba también por aceptar ese amor.
El texto se articula en varias partes, una primera en la que Don Carlos defiende a su amada, porque piensa que la están insultando. Una segunda parte donde Don Diego le explica a la madre de la joven qué es lo que está ocurriendo allí. Otra tercera parte donde le reprocha a ésta misma el estar ilusionándole en que se iba a casar con la joven. Y la última parte donde ya están todos felices del amor entre Paca y Carlos, dándole gracias a Dios.
El texto es sin duda alguna un drama, ya que está articulado en tres partes, principio, nudo y desenlace, pero no puede ser un drama trágico ya que tiene un final feliz, ni tampoco es una drama cómico, ya que trata un tema serio de acuerdo con la época a la que se remonta el texto. Podríamos decir que es un drama que narra con un tono un poco cómico y un feliz desenlace, una realidad mucho más dura y que nunca acaba así.
Como obra teatral que es, abunda las acotaciones en toda su extensión. Estas acotaciones normalmente nos indican el número de personas y quiénes son estas personas que aparecen en la escena. Pero la mayoría de las acotaciones son para aclararnos todo tipo de gestos y acciones que los personajes deben realizar al representar la obra.
En el fragmento mencionado en el enunciado del ejercicio, nos hace referencia al gran problema de la alta sociedad, en particular, de las hijas de los nobles, a las cuáles sus padres les buscaban cónyuge con el que casarse, siempre sin tener en cuenta los sentimientos y gustos de sus hijas. Los padres sólo se preocupaban de la posición social a la que el futuro esposo pertenecía y de la fortuna que poseía, reflejándose de este modo en la obra, el otro gran problema de la sociedad española, causante del atraso del país, y es la pereza de los españoles y las ansias, no por tener una vida mejor, sino de pertenecer a la nobleza.
SIGLO XVII. LA ILUSTRACIÓN.
La Ilustración es la salida del hombre de su autoinculpable minoría de edad. La minoría de edad significa la incapacidad de servirse de su propio entendimiento sin la guía de otro. Uno mismo es culpable de esta minoría de edad cuando la causa de ella no reside en la carencia de entendimiento, sino en la falta de decisión y valor, para servirse pos sí mismo de él sin la guía de otro.
Contexto
Después del profundo bache histórico que representa el reinado de los últimos reyes, España realiza en el siglo XVIII los primeros esfuerzos por incorporarse a la Europa moderna. En este siglo se inicia la historia contemporánea española.
La pugna entre las dos Españas, la conservadora y la progresista, se manifiesta ya en el setecientos.
- Aspectos políticos. El hecho político más destacado de este siglo es el cambio de dinastía. Felipe de Borbón sube al trono, y los Borbones pasan a ser los monarcas que encarnen en nuestro país el Despotismo Ilustrado.
La política exterior fue desastrosa gracias a los Pactos de Familia con los Borbones franceses.
Las relaciones de España con las colonias de América conocen, por el contrario, un momento de esplendor.
- Aspectos sociales y económicos. España era en el siglo XVIII un “cadáver”. A lo largo del siglo, la población se duplica, pero no de forma homogénea.
Todos los sectores económicos experimentan importantes cambios, pero en España no se hizo la revolución industrial como en otros países.
A principios de siglo, las clases sociales eran el clero, la alta nobleza, la baja nobleza (burguesía), y el pueblo llano.
La nueva monarquía va a encargarse de la reconstrucción económica del país. Pese al interés que los ilustrados mostraron por las cuestiones agrarias, éstas cristalizaron tan solo en reformas parciales tales como la repoblación de zonas incultas (Sierra Morena), la supresión de los privilegios de la Mesta, el reparto de tierras comunales entre los vecinos más pobres de los municipios y los primeros intentos de desamortización de las tierras del clero.
Los esfuerzos que se hicieron grandes y los logros importantes, pero la tarea no era fácil, ya que las reformas lesionaban los privilegios tradicionales. El mismo pueblo inculto y apegado a las costumbres, reaccionó a veces en contra de los nuevos ideales.
Todos los ilustrados coinciden en que una nueva base cultural es imprescindible para le reforma de España. En la época de Carlos III, la educación fue considerada como un servicio público con una clara orientación utilitaria.
La razón de que el siglo XVIII sea llamado el “siglo de las luces”, es porque tuvo como misión iluminar, mediante el pensamiento y la propagación de la cultura, la mente de los hombres, pero solo una minoría de los ilustrados se abrió al espíritu del siglo. La mayoría se mantuvo impermeable a las nuevas ideas.
- Aspectos artísticos. En el arte conviven dos tendencias fundamentales, Por una parte prosigue el desarrollo del Barroco en su etapa final, y de otro lado, penetra el Neoclasicismo en España, durante el cual renacen las artes plásticas, especialmente la arquitectura.
En este panorama artístico sobresale Francisco de Goya, cuya pintura estará muy por encima de cualquier otra producción artística de la época.
- Aspectos ideológicos. El siglo XVIII ha sido denominado también como “siglo de los filósofos”, ya que esta época se caracteriza por el predominio del pensamiento filosófico, entendiéndolo como aquél que se opone al pensamiento teológico. El nuevo espíritu filosófico se caracteriza por los rasgos siguientes:
La literatura española en el siglo XVIII
El siglo XVIII, fundamental para la modernización de España, no ofrece idéntico esplendor en la literatura. Y ello porque siendo una época de luces, las mejores mentes prefieren aplicarse a actividades de pensamiento, porque predomina la razón sobre el sentimiento y porque triunfa el Neoclasicismo, que impone reglas a la creación literaria, encorsetándola.
Podemos distinguir entre tres etapas literarias:
a) Lucha contra el Barroco. Contra el Barroco decadente luchan la Academia Española e importantes escritores:
- Ignacio Luzán: pretende regular la literatura mediante reglas. Es precursor del Neoclasicismo, pero influyó poco, ya que los jóvenes ilustrados prefieren beber las doctrinas en teóricos franceses.
- Feijoo: catedrático en teología, cultivó un solo género, el ensayo. En ellos, con transparente estilo y conocimientos modernos, expone y divulga cuestiones de filosofía, física, literatura, etc. En muchos ensayos combate supersticiones y falsas creencias populares, desmontado la confusión entre lo natural y lo sobrenatural. Se dedicó a difundir, aunque siempre bajo una fe religiosa, todo cuanto el saber europeo va averiguando. Su obra fue enciclopédica por la importancia que concede a la razón natural, a la experimentación y a la crítica como método de descubrimiento de la verdad, así como su afán por abarcar todo el ámbito de la cultura. Escribió el Teatro Crítico Universal, donde aborda todas las materias tratadas por el espíritu enciclopedista y crítico del siglo XVIII, de los que algunos de estos discursos son verdaderos tratados. En las Cartas eruditas y curiosas , completa Feijoo su gigantesca empresa, y aunque se acoge al género epistolar, su propósito de crítica sigue siendo el mismo. Un impulso patriótico guía la inmensa obra de Feijoo, entendiéndose por patriotismo como una actividad útil para el país.
Feijoo no fue un pensador estrictamente original. Su éxito lo constituye la esencia de su estilo con la utilización de un lenguaje sencillo, subordinado a la nitidez y a la finalidad didáctica. Para Feijoo el estilo debe ser natural, una forma sugestiva, natural, llena de humor, de ironía fina y de gracia. La escritura del autor se acerca así a las condiciones de la enseñanza oral; naturalidad, eficacia y espontaneidad.
- Francisco de Isla: ridiculizó el barroquismo en su novela Historia del famoso predicador fray Gerundio de Campozas, alias Zotes. A esta obra debe Isla su fama y reconocimiento. El éxito de la obra y las polémicas y protestas que generó entre los que creyeron advertir en su autor una especie de Lutero español determinaron que la Inquisición prohibiera esta obra, a pesar de la defensa inicial que de ella hicieron algunas personalidades.
Algunos de los rasgos estilísticos satirizados se encuentran ya en los sermones de Fray Antonio de Guevara, pero es la obra de Félix Paravicino la que reúne todas las característica que luego imitarán los predicadores culteranos y conceptistas, es decir, una acumulación de todos los recursos del genio que convertía la predicación en un arte del disparate. Fray Francisco de Isla defiende en esta obra los criterios neoclásicos, señalando a los autores franceses y a los clásicos como modelos oradores, sin olvidar a los autores españoles del Renacimiento.
- También combatió el barroquismo la primera revista cultural española, el Diario de los Literatos españoles.
- El único escritor fiel a los gustos barrocos, fue Torres Villarroel, imitador de Quevedo en sus cuadros costumbristas. pero su obra más importante es el relato de su Vida escrita con el garbo de una novela picaresca. La mezcla de autobiografía y novela que en esta obra se da es un rasgo que preludia actitudes literarias modernas. La tendencia moralizante de la literatura picaresca casi desaparece en la obra de Torres, donde los pasajes que contienen algún tipo de crítica social cumple una clara función de autodefensa y alabanza, que es el auténtico eje vertebrador de la obra. La estructura episódica en que se compone la obra refleja las distintas etapas de una vida burguesa normal y corriente que se centra en el ascenso profesional y el deseo de ser respetado como hombre medio. Lo autobiográfico de esta obra son la apología y la confesión , que confieren le confieren su auténtica entidad.
b) El Neoclasicismo. Este movimiento pretendía educar. Decretado el aborrecimiento del arte barroco, los jóvenes con vocación literaria se encuentran sin una tradición nacional que proseguir. Por otra parte, el prestigio cultural de Francia es inmenso, y ellos vuelven los ojos a la nación vecina, en busca de orientación y de modelos. Es así como se implanta en España el Neoclasicismo, movimiento de poca duración, cuyos principales rasgos fueron:
La publicación de la Poética de Ignacio de Luzán, abrió las puertas a una polémica en torno al teatro barroco. las nuevas ideas neoclásicas pretendían una renovación estética, convertir el teatro en un género que no sólo sirviera para divertir, sino como instrumento educativo.
Fue Nicolás Fernández de Moratín, defensor de las nuevas concepciones teatrales, el iniciador de la llamada comedia neoclásica con La petimetra. Su hijo, Leandro, fue el que mejor la llevó a escena con obras como El sí de las niñas y La comedia nueva. Nicolás Fernández de Moratín, escribió asimismo tres comedias en verso.
Jovellanos escribe su Pelayo, que constituye una importante contribución al aliento de los ilustrados de crear una tragedia nacional.
Vicente García de la Huerta, autor de la Raquel, es el ejemplo más brillante del género trágico.
También cabe recordar la especial relevancia que alcanzaron géneros musicales como la zarzuela.
El sainete, aunque fue género menor, destaca por haber contado con autores de calidad como Ramón de la Cruz, que junto a Leandro Fernández de Moratín, escribieron el único teatro que todavía hoy es representable.
Ramón de la Cruz, autor de tonadillas, zarzuelas, loas, comedias y sainetes, muestra en este último género una galería de tipos muy familiares al espectador: majos, abates, petimetres, y oficios populares como barberos, castañeras o aguadores. El sainete, como género teatral, se remonta a los pasos de Lope de Vega y a los entremeses de Cervantes, aunque también anticipa los de Carlos Arniches y los de los hermanos Álvarez Quintero.
Dos escuelas neoclásicas suelen diferenciarse, la salamantina y la madrileña. A la escuela salamantina se adscriben autores como:
- José Cadalso: poeta y prosista. Escribe Cartas Marruecas, donde un moro explica las “extrañas costumbres españolas”. Esta obra fue escrita como pretexto para denunciar la decadencia de España. Es su obra póstuma, y se publicó recurriendo a la simulación del manuscrito encontrado. Son noventa epístolas, nunca muy largas, que carecen de un orden temático o cronológico; ello, unido a su tono conversacional y a la curiosidad que despierta en el lector observar la reacción de dos extranjeros, constituye el ingrediente básico de una obra amena. El contenido temático es muy variado, costumbres y carácter de los españoles,, crítica a la sociedad y a la cultura española, reflexiones morales, filosóficas y psicológicas sobre el hombre y atinadas observaciones sobre la lengua y la literatura española. El estilo es el del “justo medio”, es decir, encontrar el equilibrio perfecto entre las palabras y las creencias, es un estilo medio y moderado. Otra obra de Cadalso, inconclusa esta vez, fue Las Noches lúgubres, la cual cosechó un gran éxito que se intensificó en el Romanticismo. Su contenido está relacionado con la literatura sepulcral, muy de moda en Europa. También se le han buscado raíces en la literatura folclórica, pero en todo caso hay que achacarle a la época romántica la especial recepción de la obra interpretando el contenido mítico en clave autobiográfica. Las Noches lúgubres tienen el interés histórico de anticipar prácticamente todos los elementos de la visión del mundo y los temas que se desarrollarán en el Romanticismo. La obra de Cadalso participa plenamente del espíritu crítico de los ilustrados, consecuencia del nuevo espíritu reformista.
- Jovellanos: en su Elogio de Carlos III, está resumido su pensamiento ilustrado y su optimismo en el progreso que caracteriza en reinado de este rey. De entre sus escritos económicos destaca el Informe en el expediente de la ley agraria.
Muy interesante es su Diario, por las noticias que nos ofrece sobre sus actividades y por las atinadas observaciones sobre las costumbres del país.
En la Memoria sobre educación pública, se desarrollan sus ideas pedagógicas basadas en la concepción de la enseñanza como instrumento fundamental del progreso.
La Descripción del castillo de Bellver va más allá de la descripción arquitectónica, para extenderse en observaciones sobre la flora y la fauna del lugar.
Su pensamiento político se expresa en la Memoria en defensa de la Junta Central.
Dentro del Neoclasicismo, hay que señalar la poesía neoclásica, la cual vuelve los ojos a la literatura del Renacimiento español. Los temas anacreónticos, las virtudes cívicas, la filantropía, la amistad, la convivencia, la búsqueda de la naturaleza primigenia entran en la poesía junto a los moldes métricos tradicionales.
Dentro de la poesía neoclásica, o también llamada prerromanticismo español, se han distinguido tradicionalmente dos escuelas, la salamantina y la sevillana. Entre los autores de la escuela de Salamanca destacan algunos rasgos comunes, como su lucha contra el culteranismo y su defensa de la depuración lírica, pero por encima de estos caracteres se alzan las individualidades. En esta escuela encontramos a:
- Nicolás Fernández de Moratín: dentro de una línea castiza y popularista escribe se Fiesta de toros en Madrid y la Oda de Pedro Romero.
- Cadalso: aunque también entró en este grupo, no alcanzó la misma altura que con sus obras en prosa. Sobresalen los poemas que dedicó a María Ignacia Ibáñez (Filis). Parte de sus poemas se inscriben en la línea del prerromanticismo de la Noches lúgubres.
- Jovellanos: cultiva temas más graves e influye en ambas escuelas en este sentido. La epístola de Jovino a sus amigos de Sevilla muestra una vena sentimental. En su poesía se destaca su humanismo, consecuencia de su anhelo de reforma social.
- Juan Menéndez Valdés: autor de la escuela salamantina mejor dotado para la creación poética, que cultivó con gracia y delicadeza la lírica de tema pastoril.
La crítica ha visto en Manuel José Quintana, Nicasio Álvarez de Cienfuegos y en Juan Nicasio Gallego, la representación de un segundo momento de la escuela salamantina.
Los modelos de la escuela sevillana fueron Herrera y Rioja. El grupo lo componen Manuel María de Arjona con Las ruinas de Roma, José Marchena, gran conocedor de clásicos a los que a veces imitó a la perfección, Félix José Reinoso, conocido por su poema La inocencia perdida, la cual trata del pecado original, y por último José María Blanco White, sevillano que emigró a Inglaterra y donde escribió la mejor parte de su producción literaria, toda ella escrita en inglés.
c) El prerromanticismo. En arte, a cada acción suele oponerse una reacción en contra. Esta alternancia produce la instauración, a finales de siglo, del Prerromanticismo, movimiento que se opone al Neoclasicismo, y que se caracteriza por los siguientes rasgos:
- afirma los derechos del sentimiento frente a la razón, y por tanto los de la literatura frente a otras actividades más “útiles”.
- el sentimiento podrá expresarse arrebatadamente, sin el pudor de las “buenas maneras”, Domina la manifestación del dolor.
- muestra recelo ante las reglas.
Contribuyeron a formar la sensibilidad prerromántica varios poetas ingleses, Young, Gray, el pensador suizo Juan Jacobo Rousseau, y el novelista francés Bernardino de Saint Pierre.
Problemas lingüísticos en el siglo XVIII
Durante el siglo XVIII, el idioma español adquiere su perfil moderno. En esta centuria, la actividad idiomática fue intensa, y afrontó los siguientes problemas:
a)Lucha contra el estilo barroco. La simplicidad del lenguaje es defendida y victoriosamente por la Academia de la Lengua y por varios importantes autores.
b)Empleo total del español como lengua de cultura. Muchos libros seguían escribiéndose en latín, y esta lengua era obligatoria en las aulas universitarias. Varios ilustrados combaten tal práctica, hasta que la Junta de Regencia, tras la guerra de la Independencia, ordenó el empleo exclusivo del español.
c)Defensa contra los galicismos. La presión de la cultura francesa hizo que, por necesidad o por modas innecesarias, se introdujeran numerosos galicismos. para combatir estos últimos, surgieron movimientos purlatos. El más radical de ellos fue el casticismo, que propugnaba el empleo de sólo aquellas palabras de “casta”, es decir, sólo utilizadas en España desde antiguo, lo que constituye un freno a la modernización del léxico.
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EL RENACIMIENTO


CONCEPTO, ORIGENES Y CAUSAS DEL RENACIMIENTO

Concepto de Renacimiento 

Se denomina Renacimiento al periodo de la historia europea, caracterizada por un renovado interés por el pasado grecorromano clásico y especialmente por su arte. Con el Renacimiento, el hombre centra toda su actividad, en el hombre como tal, es decir después del aletargamiento medieval el hombre piensa ahora con una libertad de espíritu, que le conducirá a la libertad de pensamiento, el culto a la vida y el amor a la naturaleza son otros aspectos importantes, además el Renacimiento estableció como fuentes de inspiración el equilibrio y la serenidad. Pero lo más característico de esta época es la separación entre lo cívico y lo religioso.

Humanismo en el Renacimiento

Es la manifestación ideológica y literaria del Renacimiento. Los hombres del Renacimiento trabajaron con mucho entusiasmo en estudiar metódicamente las obras de la antigüedad, explorando ruinas, exhumando manuscritos y salvando de su destrucción valiosos documentos. Para ello recibieron la protección de príncipes y Pontífices, que les estimularon en sus investigaciones.
Primeramente se sintió interés tan solo por los autores y el arte latina, pero pronto se llegó a su fuente, o sea al arte y la cultura griega. Así se desarrolló una mentalidad erudita, crítica y apasionada por las ciencias y las artes, que se centró en el hombre y sobrestimó los valores humanos, de ahí el nombre de Humanismo.
La sobrestimación de estos valores y los descubrimientos geográficos y técnicos, crearon el orgullo y el individualismo del hombre renacentista. El Humanismo, tuvo sobre todo un carácter literario donde Dante y Boccaccio son considerados como precursores del mismo. Petrarca es considerado como el primer humanista.

Que fue el Renacimiento

Se denomina Renacimiento al movimiento cultural que surge en Europa el siglo XIV, y que se muestra como característica esencial su admiración por la antigüedad grecorromana. Este entusiasmo, que considera las culturas clásicas como la realización suprema de un ideal de perfección, se propone la limitación en todos los órdenes, lo que explica el calificativo de Renacimiento, pues en verdad, se trataba de un renacer, de un volver a dar vida a los ideales que habían inspirado aquellos pueblos.
El Renacimiento, desde luego no fue una simple exhumación de las artes antiguas. El interés por el arte grecorromano fue una consecuencia. En principio, se aspiró a una renovación en todas las parcelas de la cultura humana, filosofía, ética, moral, ciencia, etc... encaminada a la hechura de un hombre que fuera comprendido y resumen de todas las perfecciones físicas e intelectuales. El hombre integral, el genio múltiple, en el que se concilian todas las ramas del saber en una actitud fecunda, fue la gran creación del Renacimiento que cristalizó en figuras que mantienen viva la admiración a través de los tiempos, como un Leonardo da Vinci, un Miguel Ángel, un Rafael.

Orígenes del Renacimiento

El renacimiento tuvo su origen en Italia en los siglos XIV y XV, llegando a su apogeo al iniciarse el siglo XVI. De Italia se extiende lentamente por Europa excepto Rusia. A lo largo de los cincuenta años que van desde 1520 a 1570, discurre la madura plenitud del Renacimiento y también se percibe su ocaso. Toda la Europa de Occidente toma parte ahora en el movimiento de las artes y de las letras. La recepción de los gustos italianos se generaliza, los grandes maestros surgen ya no solo en Italia, sino en todo el ámbito de las monarquías occidentales.
Pero el desarrollo normal de la cultura renacentista se ve afectada por el hecho simultáneo de las luchas religiosas derivadas de la revolución protestante. Así, en Alemania, se cortó el brote renacentista, al igual que en Francia con las guerras civiles de la segunda mitad de quinientos. Además en los países adheridos a las confesiones protestantes, el credo iconoclasta de los nuevos evangelios suprimió la ocasión de ejercitar el mecenazgo eclesiástico y, al menos en la pintura y la escultura, suprimió la temática abundante de los motivos iconográficos, con la rara salvedad de los temas bíblicos.

La extensión de la cultura

Gracias a la creación de universidades, escuelas y a medida que nos adentramos en el quinientos, la arquitectura Italiana y la estatuaria se abren camino en diferentes países europeos: en Inglaterra muy lentamente, pues el crisma religioso alejará de ahí a los artistas italianos que habían sido llamados a trabajar en el país y eran los más capacitados propagadores de la renovación artística; en los países escandinavos se daban también algunas muestras esporádicas, debido al mecenazgo de los reyes; hasta en Polonia y en la Rusia, Iván III se recogía las ondas del arte italiano.
En Francia se hace más extensa la recepción del arte y la cultura italiana. Durante época de Francisco I continúa la construcción de suntuosas edificaciones. De entonces data el castillo real de Chambord, el palacio preferido del rey para sus cacerías, pues aquellos castillos no tenían ningún fin militar. En 1546 comienza Pedro Lescot la contracción del Louvre, que sería el monumento triunfal de la arquitectura renacentista francesa, y poco después Delorme levantaría las Tullerias.
En España es donde, fuera de Italia, el arte del bajo Renacimiento ha hecho más considerables progresos. Teniendo ya el gusto italiano durante el reinado de los Reyes Católicos, mas o menos combinando con un estilo local, la arquitectura continúa ahí por los mismos cauces bajo Carlos V. Durante el reinado de Felipe II se depura mucho el gusto, se impone la sobriedad ornamental. El arte oficial de Felipe II favorece esta tendencia, Pedro de Toledo y Juan de Herrera son los grandes arquitectos de El Escorial, su obra cumbre.
  
Conclusión

El Renacimiento, es la consecuencia de un interés por el pasado grecorromano, con el cual se buscaba volver a dar vida a los ideales que habían inspirado a aquellos pueblos. De este movimiento surgieron las grandes figuras como Leonardo da Vinci , Rafael y Miguel Ángel, que son los que mantienen viva nuestra admiración a través de los tiempos.
Italia es donde surge el Renacimiento en los siglos XIV, XV y logra su mayor apogeo a principios del siglo XVI. Este se extiende por Europa lentamente gracias a la creación de universidades, escuelas y de las grandes construcciones como El Escorial o El Louvre.
Cuando entre en Italia el Renacimiento, se trata de buscar la forma tridimensional y desechar el arte puramente lineal. En el quettrocento, en Florencia la pintura se vivió en un momento culminante con la aparición de los primeros artistas y de las distintas escuelas. El cinquecento representa la época más brillante del arte universal, donde aparecen todos los grandes artistas.
RELIGIOSIDAD EN LA EDAD MEDIA Y EN EL RENACIMIENTO
Uno de los acontecimientos más relevantes de la época medieval es la organización del Papado (gobierno de la Iglesia). En ese período los papas lograron varios cambios destacados, entre los que se cuentan la independencia de la Iglesia de la monarquía, y el intento de los papas de transformarse en autoridades políticas universales, para gobernar igual que los reyes y emperadores.
En la sociedad el clero desempeñó un papel primordial frente a la anarquía social existente, imponiendo el principio del orden, prestando ayuda a los débiles y conservando los restos de civilización.
En la Edad Media los países cristianos se encontraban divididos en diócesis, cada una de ellas dirigida por un obispo.
Los obispos, sacerdotes y párrocos vivían entre los fieles, y se les denominaba seculares o seglares porque pertenecían a la sociedad. Junto a este clero secular existía otro, cuyos miembros se sometían a un estilo de vida con estrictas reglas que limitaban toda su existencia. Eran los llamados regulares o monjes, quienes habitaban los monasterios o abadías, y cuya agrupación se conocía como orden. La de los benedictinos era la más antigua, y la regla de su fundador —San Benito— sirvió de modelo a los demás fundadores de órdenes.
Los benedictinos debían cumplir compromisos esenciales (votos), como la obediencia, la pobreza y el trabajo. Su labor intelectual fue bastante destacada, por cuanto diariamente consagraban dos horas a leer y escribir, siendo la base del saber medieval.
Todos los libros y textos que se conservan de la literatura latina proceden de los manuscritos copiados por los regulares, así como también las crónicas que nos cuentan sobre cómo era la vida en la Edad Media.
Pero el aporte de los regulares no se limitó solo al saber intelectual. Su influencia, además, repercutió en el desarrollo de poblaciones y en la asistencia social, ya que era la Iglesia quien se preocupaba de los pobres, enfermos, viudas e indigentes. En el siglo XII y XIII se fundaron numerosos hospitales o casas de Dios, incluso en los pueblos más pequeños.
La enseñanza durante el Medioevo se dictaba en latín y era gratuita. Estaba exclusivamente en manos del clero, tanto de los sacerdotes en las parroquias como de los monjes en las abadías.
Las escuelas estaban abiertas a todo el mundo y gracias a ello fue que personas de muy baja condición económica pudieron educarse y aprender materias como gramática, retórica, teología, dialéctica, aritmética, astronomía y música.
A finales del siglo XII surgieron las universidades, como consecuencia de la evolución de las principales escuelas catedralicias. Las primeras universidades nacidas fueron las de París, Bolonia, Montpellier y Salerno, centros que desde su origen se especializaron en una determinada materia. París en teología, Bolonia en derecho y las dos últimas en medicina.
El lado más “oscuro” de la religión cristiana se da en este justo período. La Santa Inquisición se fundó durante la expulsión de los judíos de España. La Inquisición es, posiblemente, la institución más discutida de la Iglesia Católica. Existen infinidad de textos que justifican la Inquisición y otros tantos que la denostan. Se dedicaban a juzgar y penar la herejía contra la religión católica.
Dos escuelas filosóficas se debaten la forma de vivir la religión en la época, por una parte están los “Patrísticos” encabezados por San Agustín y en el otro bando tenemos a los “Escolásticos” con Santo Tomás de Aquino (el aquinate) a la cabeza. Los primeros ven la religión de una forma espiritual, indefinible. Ellos creen porque han sido iluminados por Dios y fuera de Dios no hay nada, es incoherente, para ellos, pensar que Dios no existe. Los escolásticos racionalizan a Dios siguiendo la doctrina aristotélica. En un principio fueron tachados de herejes pero finalmente, se les reconoció su razonamiento.
RENACIMIENTO.
Este movimiento que tiende a crear un nuevo humanismo cristiano, pertenece precisamente al siglo XVI, durante este extraordinario siglo se incubo un mundo de ideas, de formas y de sentimientos contradictorios.
Dos figuras vienen a encarnar las ideologías opuestas: Erasmo y Lutero, el humanista y el profeta, el conciliador y el revolucionario. Erasmo sueña con hacer entrar el Panteón en el Paraíso. No viendo sino lo que las cosas tienen de común, lo intenta todo por salvar la unidad espiritual de Europa. Lutero el hombre sediento de Dios, resucita del viejo fondo de la Edad Media la imagen del hombre débil, el hombre gimiente bajo el destino pecador que le impone un Dios terrible.
Entre 1350 y 1550 la sociedad europea occidental conoció y vivió una auténtica revolución espiritual, una crisis de perfiles muy nítidos en todos los órdenes de la vida; una profunda transformación del conjunto de los valores económicos, políticos, sociales, filosóficos, religiosos y estéticos que habían constituido la vieja civilización medieval, aquella que había sido definida, con un cierto desprecio, como la edad de las tinieblas. La imagen que historiográficamente poseemos de aquel período que denominamos Renacimiento es, por consiguiente, la de una época cuyo común denominador fue la transformación, la renovación y la creación de nuevos códigos de conducta. El Renacimiento es una época de ruptura con el oscurantismo medieval, un período de renovación del arte y de las letras, de recuperación y de acercamiento a los clásicos, de restauración de la Antigüedad, de un uso novedoso de la razón en todos los campos del saber. Asimismo, el período se caracteriza por la aparición de un fuerte proceso de secularización de la vida política y por la presencia de una escuela de pensamiento nueva, el Humanismo.
En cuanto a los aspectos religiosos, en la primera mitad de siglo predomina la doctrina de Erasmo de Roterdam, la cual defiende la vivencia interior de la religión y no en contra de las externas de cultos, siguiendo la causa de la reforma protestante. En la segunda mitad de siglo triunfa la contrarreforma, se rechaza el erasmismo y se impulsa el catolicismo. Se produce un auge en la literatura religiosa, en la ascética y en la mística.
Los aspectos culturales e ideológicos se caracterizan por la admiración a la antigüedad clásica. Surge un nuevo espíritu al que se conoce con el nombre de Humanismo, aspecto intelectual del Renacimiento, fundamentalmente filosófico, basado en la nueva concepción del hombre renacentista, superación de los valores medievales y retorno a las fuentes clásicas. Se limita al estudio grecolatino y literario, filosófico e histórico en especial. Primero se extiende por las lenguas latinas y luego pasa a las lenguas recientes.
Durante la primera mitad de siglo, recibe influencias de Erasmo de Roterdam. En España se rastrea en Valladolid y Sevilla, donde están reprimidos. El rey Carlos, al principio, hace que el movimiento erasmista tenga una actitud cautelosa y luego hostil. Pero la influencia más evidente en el Renacimiento español es la italiana, que entran en la literatura del país gracias a Boscán y a Garcilaso, ambos impregnados por el estilo de Petrarca. También encontramos estas influencias en Cervantes.
El Renacimiento es la etapa literaria del antropocentrismo, frente al teocentrismo de la Edad Media. En el Renacimiento el hombre es el centro del universo, y se siente capaz de dominar el mundo con su inteligencia. La vida terrenal se convierte en un lugar de goce, bellezas y placeres, a lo que se implica la constante aparición de la naturaleza en las obras renacentistas. El hombre renacentista busca la armonía, utilizando la razón para dominar las pasiones. Intenta alcanzar el equilibrio.
El Renacimiento se ve influenciado por varias corrientes filosóficas de las que podemos señalar las siguientes:
Escepticismo: el hombre cree que lo que se cuenta es verdad, cree que la verdad no se puede ocultar.
Epicureismo: invita al goce de la vida, buscando el placer exento de dolor.
Estoicismo: se busca con el control de uno mismo, en el dominio de las pasiones y en la resignación del hombre en las circunstancias adversas.
Platonismo: el hombre debe alcanzar la perfección divina a través de la belleza, y debe seguir tres vías, amar a una mujer, contemplación de la naturaleza y la creación artística.
Hay que decir que el renacimiento acaba con el estilo gótico, en la pintura, arquitectura y escultura, pero no
en la literatura, ya que aquí suele haber dos niveles, el nivel culto y el nivel popular, siendo el popular el más tradicional. Sobre todo se conservan obras de poesía cancioneril y romances.
Temática
El renacimiento supone en el terreno literario un amplio conjunto de cambios estéticos y formales, además de una alteración en la visión que tiene el artista del mundo y sus problemas. Por ello también se produce una renovación temática. Los grandes temas del siglo XVI son:
- Amor: sentimiento amoroso en estado puro e ideal, es decir, honesto y virtuoso, desprovisto de toda sensualidad. En las descripciones de las damas se muestra con detalle su rostro y, esporádicamente, se menciona su cuerpo, hecho que tiene lugar por medio de metáforas. Junto a esa imagen bella de la amada, aparece otra cruel, pues la dama, enamora y luego desdeña al amado. De ahí que el yo poético exprese la queja y el lamento que siente al no ser correspondido su amor.
- Naturaleza: el Renacimiento exalta los valores naturales y convierte a la naturaleza en símbolo de la perfección divina. La descripción de paisaje queda envuelta en una atmósfera idea, en una marco natural que infunde paz y sosiego. La naturaleza ha sido desprovista de todas sus impurezas y se ha creado un mundo ideal donde reinan la armonía y el equilibrio.
- Mundo pastoril: como derivación en prosa y en verso del gusto renacentista por la exaltación y la idealización de la naturaleza, surgió esta temática, que desarrolla amores entre pastores en un paisaje idílico, estático y armonioso. Sus personajes, bajo el disfraz de pastores, son refinados y cortesanos, características del ser humano no contaminado por la sociedad y sus lacras.
- Mitología: los poetas renacentistas utilizan personajes y situaciones de la mitología grecolatina para ejemplificar vivencias o sentimientos autobiográficos. Este aspecto contribuye a la creación de una poesía elitista y refinada, bastante alejada de la tradicional.
Tópicos renacentistas
Existen una serie de temas consagrados o motivos estereotipados, de uso común entre los escritores, que se denominan tópicos o lugares comunes, a los que recurren todos los escritores. A pesar de que tienen su origen en la literatura clásica, han sido recreados en la historia de nuestra literatura. Los tópicos más utilizados son:
- Descriptio puellae: descripción idealizada de la amada según el canon de belleza femenina de la época (ojos claros, piel blanca, cabellos rubios...)

- Locus amoenus: entorno ideal que envuelve a los enamorados y que recrea el mundo pastoril, pues se considera la forma de vida más perfecta. En él reina la verdad, la belleza y la bondad.

- Carpe Diem: incide sobre la fugacidad de la existencia humana e insta a las personas a aprovechar el presente.

- Beatus ille (término medio): representa el gusto y la satisfacción por las cosas sencillas, frente al deseo de ostentación y riqueza.

- Ubi sunt (¿dónde están?): recuerdo de algo -la belleza de la amada, el poder de una civilización...- que ya no existe. Incide en la fugacidad de todas las cosas del mundo.

Renacimiento Español


            Conocemos con este nombre la época del apogeo imperial y artístico de España, que va desde el siglo XV, concretamente desde 1492 con los reyes católicos, el fin de la reconquista y el descubrimiento de América, hasta la muerte de Felipe II (1598) en lo político, y la de Calderón (1681) en lo literario.   Este periodo español es también uno de los más prodigiosos de la historia de Occidente.  Se le denomina tradicionalmente Siglo de Oro.



Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616)

VIDA  y  OBRA

Miguel de Cervantes Saavedra tuvo una vida azarosa de la que poco se sabe con seguridad. Nació en Alcalá de Henares (Madrid), probablemente el 29 de septiembre de 1547. Pasó su adolescencia en varias ciudades españolas (Madrid, Sevilla) y con poco más de veinte años se fue a Roma al servicio del cardenal Acquaviva. Recorrió Italia, se enroló en la Armada española y en 1571 participó con heroísmo en la batalla de Lepanto, donde comienza el declive del poderío turco en el Mediterráneo. Allí Cervantes resultó herido y perdió el movimiento del brazo izquierdo, por lo que fue llamado el Manco de Lepanto. En 1575, cuando regresaba a España, los corsarios le apresaron y llevaron a Argel, donde sufrió cinco años de cautiverio (1575-1580).
Liberado por los frailes trinitarios, a su regreso a Madrid encontró a su familia en la ruina. Se casa en Esquivias (Toledo) con Catalina de Salazar y Palacios. Arruinada también su carrera militar, intenta sobresalir en las letras. Publica La Galatea (1585) y lucha, sin éxito, por destacar en el teatro. Sin medios para vivir, marcha a Sevilla como comisario de abastos para la Armada Invencible y recaudador de impuestos. Allí acaba en la cárcel por irregularidades en sus cuentas. Después se traslada a Valladolid. En 1605 publica la primera parte del Quijote. El éxito dura poco. De nuevo es encarcelado a causa de la muerte de un hombre delante de su casa. En 1606 regresa con la Corte a Madrid. Vive con apuros económicos y se entrega a la creación literaria. En sus últimos años publica las Novelas ejemplares (1613), el Viaje del Parnaso (1614), Ocho comedias y ocho entremeses (1615) y la segunda parte del Quijote (1615). El triunfo literario no lo libró de sus penurias económicas. Dedicó sus últimos meses de vida a Los trabajos de Persiles y Segismunda (de publicación póstuma, en 1617). Murió en Madrid el 22 de abril de 1616 y fue enterrado al día siguiente.

SU OBRA: POESÍA Y TEATRO

Cervantes centró sus primeros afanes literarios en la poesía y el teatro, géneros que nunca abandonaría. Su obra poética abarca sonetos, canciones, églogas, romances, letrillas y otros poemas menores dispersos o incluidos en sus comedias y en sus novelas. También escribió dos poemas mayores: Canto de Calíope (incluido en La Galatea) y Viaje del Parnaso (1614). La valoración de su poesía se ha visto perjudicada por su publicación dispersa en otras obras, por la celebridad alcanzada por el autor en la novela e incluso por su propia confesión en este famoso terceto del Viaje del Parnaso:
  Yo, que siempre trabajo y me desvelo
por parecer que tengo de poeta
la gracia que no quiso darme el cielo.
Aunque en otras ocasiones se enorgullece de sus versos, en su tiempo no logró ser aceptado como poeta.
Tampoco tuvo mejor suerte en el teatro, por el que se sintió atraído desde joven. Al regreso del cautiverio llegó a estrenar con éxito varias comedias. Pero tampoco sus contemporáneos lo aceptaron como dramaturgo. Cervantes, con una concepción clásica del teatro, tuvo que soportar el triunfo arrollador de Lope de Vega en la renovación de la escena española con su Arte nuevo de hacer comedias. De la primera época (1580-1587), anterior al triunfo de Lope de Vega, se conservan dos tragedias: El trato de Argel y La destrucción de Numancia. A la segunda época pertenecen las Ocho comedias y ocho entremeses nuevos, nunca representados (1615). Las comedias son El gallardo español, La casa de los celos y selvas de Ardenia, Los baños de Argel, El rufián dichoso, La gran Sultana doña Catalina de Oviedo, El laberinto de amor, La entretenida y Pedro de Urdemalas. Y éstos son los entremeses: El juez de los divorcios, El rufián viudo, La elección de los alcaldes de Daganzo, La guarda cuidadosa, El vizcaíno fingido, El retablo de las maravillas, La cueva de Salamanca y El viejo celoso.

PROSA: LA GALATEA

En la prosa narrativa Cervantes empezó escribiendo una novela pastoril que fue su primer libro publicado, con el título de Primera parte de La Galatea (1585). Como en otras novelas de su género, los personajes son pastores convencionales que cuentan sus penas amorosas y expresan sus sentimientos en una naturaleza idealizada. La Galatea se compone de seis libros en los cuales se desarrollan una historia principal y cuatro secundarias. La principal refiere los amores de los pastores Elicio y Galatea, a la cual su padre quiere casar con el rico Erastro. Y las secundarias añaden otros tantos episodios amorosos protagonizados también por pastores. Lo más importante reside en que ya en esta primera novela Cervantes aparece como un escritor renovador. Acepta las convenciones del género pastoril, pero a veces rompe el patrón idílico en las relaciones entre los pastores y en la geografía —convencional y real a un tiempo— del río Tajo. Lo más innovador es la integración de cuatro historias secundarias que acaban confluyendo en la acción principal y dejando abierta la posibilidad de una continuación. Esta segunda parte prometida fue a menudo recordada por Cervantes, hasta en la dedicatoria del Persiles, pero no se publicó nunca.

NOVELAS EJEMPLARES

Entre 1590 y 1612 Cervantes fue escribiendo una serie de novelas cortas que, después del reconocimiento obtenido con la primera parte del Quijote en 1605, acabaría reuniendo en 1613 en la colección de Novelas ejemplares.
En este cierre de las Novelas ejemplares se representa el proceso completo de la creación literaria: el alférez Campuzano se presenta como autor del Coloquio; el perro Berganza es el narrador del mismo al contar en él su vida; su compañero Cipión actúa como interlocutor crítico que corrige y matiza al narrador, y el licenciado Peralta interviene como lector del texto escrito por Campuzano. Si a ello se añade que El coloquio de los perros pretende superar las limitaciones de la novela picaresca incluyendo la perspectiva que allí faltaba, la del destinatario, y que el delirio producido por la fiebre de Campuzano en El casamiento engañoso da verosimilitud poética a sus desvaríos acerca del diálogo racional de unos perros, se comprenderá mejor la extraordinaria lección de teoría y práctica narrativas de esta genial mentira dotada de asombrosa coherencia artística: la verosimilitud literaria depende de sus reglas poéticas, no de su confrontación con la realidad externa.

DON QUIJOTE: SUS ORÍGENES

Es posible que Cervantes empezara a escribir el Quijote en alguno de sus periodos carcelarios a finales del siglo XVI. Mas casi nada se sabe con certeza. En el verano de 1604 estaba terminada la primera parte, que apareció publicada a comienzos de 1605 con el título de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. El éxito fue inmediato. En 1614 aparecía en Tarragona la continuación apócrifa escrita por alguien oculto en el seudónimo de Alonso Fernández de Avellaneda, quien acumuló en el prólogo insultos contra Cervantes. Por entonces éste llevaba muy avanzada la segunda parte de su inmortal novela. La terminó muy pronto, acuciado por el robo literario y por las injurias recibidas. Por ello, a partir del capítulo 59, no perdió ocasión de ridiculizar al falso Quijote y de asegurar la autenticidad de los verdaderos don Quijote y Sancho. Esta segunda parte apareció en 1615 con el título de El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha. En 1617 las dos partes se publicaron juntas en Barcelona. Y desde entonces el Quijote se convirtió en uno de los libros más editados del mundo y, con el tiempo, traducido a todas las lenguas con tradición literaria.
Algunos cervantistas han defendido la tesis de que Cervantes se propuso inicialmente escribir una novela corta del tipo de las "ejemplares". Esta idea se basa en la unidad de los seis primeros capítulos, en los que se lleva a cabo la primera salida de don Quijote, su regreso a casa descalabrado y el escrutinio de su biblioteca por el cura y el barbero. Otra razón es la estrecha relación sintáctica entre el comienzo de cada capítulo y el final del anterior. Y también apoya esta tesis la semejanza entre los seis primeros capítulos y el anónimo Entremés de los romances, donde el labrador Bartolo, enloquecido por la lectura de romances, abandona su casa para imitar a los héroes del romancero, defiende a una pastora y resulta apaleado por el zagal que la pretendía, y cuando es hallado por su familia imagina que lo socorre el marqués de Mantua. Pero la tesis de la novelita ejemplar es rechazada por otros estudiosos que consideran que Cervantes concibió desde el principio una novela extensa. Éstos argumentan que la unidad de la primera salida de don Quijote —sin Sancho Panza, para que no pueda presenciar la grotesca ceremonia en que su amo es armado caballero— adelanta la composición circular que se repite, ampliada, en las otras dos salidas; la semejanza con el Entremés de los romances puede ser una manifestación más de la presencia constante del romancero en el Quijote, y las relaciones sintácticas entre final y comienzo de capítulo no son exclusivas de la primera salida.

Propósitos de Cervantes con el Quijote

Lo que sí resulta seguro es que Cervantes escribió un libro divertido, rebosante de comicidad y humor, con el ideal clásico del deleitar aprovechando. Por eso quiso crear una obra para todos los lectores, según las capacidades de cada cual. Su ambición de totalidad abarca desde el lector más inocente hasta el más profundo, de modo que todo cuanto preocupa al ser humano parece incluido en sus páginas.
Cervantes afirmó varias veces que su primera intención era mostrar a los lectores de la época los disparates de las novelas de caballerías. En efecto, el Quijote ofrece una parodia de las disparatadas invenciones de tales obras. Pero significa mucho más que una invectiva contra los libros de caballerías. Por la riqueza y complejidad de su contenido y de su estructura y técnica narrativa, la más grande novela de todos los tiempos admite muchos niveles de lectura, e interpretaciones tan diversas como considerarla una obra de humor, una burla del idealismo humano, una destilación de amarga ironía, un canto a la libertad o muchas más. También constituye una asombrosa lección de teoría y práctica literarias. Porque, con frecuencia, se discute sobre libros existentes y acerca de cómo escribir otros futuros, ya desde la primera parte: escrutinio de la biblioteca de don Quijote, lectura de El curioso impertinente en la venta de Juan Palomeque y disputa sobre libros de caballerías y de historia, revisión crítica de la novela y el teatro de la época en la conversación entre el cura y el canónigo toledano. En la segunda parte de la novela algunos personajes han leído ya la primera y hacen la crítica de la misma. La primera parte será así el punto de referencia de las discusiones sobre teoría literaria incluidas en la segunda. Teoría y ficción se integran con perfecta armonía en el coloquio entre Sansón Carrasco, don Quijote y Sancho, en episodios como la cueva de Montesinos y el retablo de Maese Pedro; y la teoría se ilustra con la práctica en las narraciones interpoladas en el relato principal, las cuales constituyen otras tantas formas de novelar representativas de los géneros narrativos anteriores a Cervantes.
Entre otras aportaciones más, el Quijote ofrece asimismo un panorama de la sociedad española en su transición de los siglos XVI al XVII, con personajes de todas las clases sociales, representación de las más variadas profesiones y oficios, muestras de costumbres y creencias populares. Sus dos personajes centrales, don Quijote y Sancho, constituyen una síntesis poética del ser humano. Sancho representa el apego a los valores materiales, mientras que don Quijote ejemplifica la entrega a la defensa de un ideal libremente asumido. Mas no son dos figuras contrarias, sino complementarias, que muestran la complejidad de la persona, materialista e idealista a la vez.

Personalidad de Don Quijote

Muchos episodios del Quijote ejemplifican otros tantos casos de amor. El de don Quijote representa una concepción del amor caballeresco sustentada en la tradición del amor cortés. Por eso, antes de cada aventura, don Quijote invoca siempre a su amada Dulcinea y pide su amparo, porque ella es su señora y por ella se fortalecen las virtudes del caballero. En este sentido, Dulcinea del Toboso es uno de los ideales más sublimes de cuantos ha creado la mente humana.
Don Quijote es también un modelo de aspiración a un ideal ético y estético de vida. Se hace caballero andante para defender la justicia en el mundo y desde el principio aspira a ser personaje literario. En suma, quiere hacer el bien y vivir la vida como una obra de arte. Se propone acometer "todo aquello que pueda hacer perfecto y famoso a un andante caballero". Por eso imita los modelos, entre los cuales el primero es Amadís de Gaula, a quien don Quijote emula en la penitencia de Sierra Morena. Como en la segunda parte don Quijote ya es personaje literario —protagonista de la primera—, en su tercera salida busca sobre todo el reconocimiento. Y lo encuentra en quienes han leído la primera parte: Sansón Carrasco, los duques... Ni siquiera cuando es vencido por el Caballero de la Blanca Luna y tiene que abandonar la caballería andante renuncia a su concepción de la vida como obra de arte: piensa en hacerse pastor, con lo cual el mito renacentista de la Arcadia pastoril sustituye al mito medieval de la caballería andante. De todo ello se desprende que el Quijote es una magna síntesis de vida y literatura, de vida vivida y vida soñada, como explica E. C. Riley; una genial integración de realismo y fantasía y una insuperable manifestación de las dificultades de novelar las complejas relaciones humanas desde múltiples perspectivas abarcadoras de la realidad siempre escurridiza. Todo lo humano es relativo. Ésta es la base de la generosa comprensión cervantina, que evita los dogmatismos y huye de simplificaciones. He aquí la genialidad del neologismo baciyelmo, creado por Sancho Panza para zanjar la disputa entre don Quijote, convencido de que se trata del yelmo de Mambrino, y los demás, que ven una bacía de barbero.

El quijote como juego literario

Muchos componentes del Quijote obedecen a su condición de novela concebida como un juego. Su construcción se sustenta en el artificio narrativo del manuscrito encontrado. Este procedimiento es parodia del mismo recurso empleado en los libros de caballerías. Pero Cervantes va mucho más allá, adueñándose de la máxima libertad artística que un autor haya logrado jamás. Varios elementos sobresalen en tan fecundo proceso. En la ficción, el historiador moro Cide Hamete Benengeli aparece como primer autor del Quijote, un morisco toledano es su primer traductor y el mismo Cervantes aparece ficcionalizado como segundo autor, que entrega a los lectores una historia sobre la cual podrá comentar lo que quiera porque la conoce toda de antemano por la traducción del morisco. Este juego de autores, traductores, narradores y lectores produce una gran libertad creadora a la vez que siembra la ambigüedad y la duda en muchas páginas, por ejemplo en el relato de la cueva de Montesinos. Cualquier perspectiva es posible. Siempre se podrá acusar de los engaños al moro Cide Hamete, al morisco traductor y aun al impresor, a quien, en la segunda parte, se culpa de las incoherencias cometidas en torno al robo del rucio de Sancho en la primera.
El sistema lúdico abarca también la misma locura del protagonista. La locura era un motivo frecuente en la literatura del renacimiento, como prueban las obras de Ariosto y de Erasmo de Rotterdam. Don Quijote actúa como un paranoico enloquecido por los libros de caballerías. Unos lo consideran un loco rematado, otros creen que es un "loco entreverado", con intervalos de lucidez. En general se admite que don Quijote actúa como loco en lo concerniente a la caballería andante y razona con sano juicio en lo demás. Pero los escritores españoles Arturo Serrano Plaja y Gonzalo Torrente Ballester interpretan la locura de don Quijote como un juego codificado en la ficción según unas reglas que el caballero respeta siempre. Entrega su vida a un ideal sublime y se estrella contra la realidad porque los demás no cumplen las reglas del juego. Don Quijote finge estar loco y decide jugar a caballero andante. Para ello acude a los libros de caballerías, transforma la realidad y la acomoda a su ficción caballeresca: imagina castillos donde hay ventas, ve gigantes en molinos de viento.., y cuando se produce el descalabro también lo explica según el código caballeresco: los malos encantadores le han escamoteado la realidad, envidiosos de su gloria.
Semejante juego narrativo resulta enriquecido por el perspectivismo y el relativismo, que se manifiestan en toda la novela, ya en la variedad de nombres que se atribuyen al hidalgo manchego: Quijada, Quesada, Quejana, Quijana y Alonso Quijano. Perspectivismo y relativismo aparecen también en la forma de muchos nombres comunes, como el neologismo baciyelmo, que resuelve una cuestión sin excluir ninguna perspectiva. En esto se revela la comprensión cervantina ante todo lo humano. Y la misma libertad que Cervantes reclamó para sí como creador se la concedió en idéntico grado a don Quijote, el primer personaje auténticamente libre de la literatura universal. El comienzo de la novela es bien conocido: "En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo vivía un hidalgo". Con estas palabras Cervantes destaca que los hechos que va a contar no ocurrieron en tierras lejanas, como las historias de la caballería andante, sino muy cerca, en La Mancha, ni tampoco en tiempos remotos, sino ayer mismo. Se han dado muchas explicaciones a este comienzo de la novela: un octosílabo de un romance anónimo, negativa a decir el nombre del pueblo natal de don Quijote por deseo de incluir a toda La Mancha, comienzo característico de los cuentos populares, rechazo del autor al pueblo donde supuestamente estuvo preso y comenzó la novela. Sin negar estas razones Leo Spitzer y Avalle-Arce explican el comienzo del Quijote como una defensa de la libertad del creador y del personaje con repercusiones fundamentales en la evolución literaria. La literatura anterior a Cervantes se regía por unas convenciones restrictivas. En aquellos modelos tradicionales la cuna del héroe determinaba su vida futura. Amadís era hijo de reyes, nació en Gaula y estaba llamado a ser héroe. Lazarillo nació en el Tormes, era hijo de padres viles y será un antihéroe. En cambio Cervantes no especifica la cuna, ni la genealogía, ni el nombre exacto de don Quijote para que pueda caminar libre de todo determinismo, creando su propia realidad. Por eso a partir del Quijote la vida del personaje literario será más libre. Porque, como señala Carlos Fuentes, Cervantes ha puesto a dialogar a Amadís de Gaula con Lazarillo de Tormes y en el proceso ha disuelto para siempre la interpretación unívoca del mundo.

Bibliografía



Enciclopedia Microsoft Encarta


Relación con la novela picaresca
Lázaro de Tormes”,
Serían varias las razones por las cuales el autor prefirió el anonimato, por ejemplo las diversas críticas que se realizan hacia el clero, hacia el sistema social y político de la época.   A su vez el Tribunal de la Inquisición censuraba este tipo de obras y condenaba a la hoguera a los que de alguna forma se oponían al sistema de la época.

            Hoy en día la mayoría se inclina por lo propuesto por el francés Alfredo Morel-Fatio; seguir considerando la obra como anónima, ya que ningún argumento de los dados es convincente.

            Anónima, igualmente la obra fue censurada, pero logró una rápida y fácil dispersión a través de los medios ilegales; causó un gran impacto en los lectores de la época y gustó mucho.


Lázaro de Tormes”,  no es una novela picaresca, aunque Lázaro es el primer personaje de origen oscuro que protagoniza una novela castellana, podemos encontrar en la literatura anterior al “Lazarillo” algunas figuras que son un claro antecedente del pícaro, como “La Vieja Trotaconventos”, del “Libro de buen amor”, y también como “La Celestina” y los criados que aparecen en esta obra que únicamente buscan sus provechos, y que como “Lazarillo”, no se avergüenzan de su conducta, sino más bien se sienten orgullosos de su astucia y malas mañas, no haciendo nada por rectificar su vida.

            El “Lazarillo”, que alcanzó gran éxito en su época, ha influido mucho en la literatura castellana posterior.

            La figura del pícaro reaparece cincuenta años después en otra novela, “Guzmán de Alfarache” , y toda una corriente literaria (la picaresca) arranca en Lázaro de Tormes.   Pero las novelas picarescas posteriores son más amargas, hacen una crítica más dura a la sociedad en que viven.

            El pícaro literalmente nunca progresa, no avanza.   Nace y muere en la misma condición socioeconómica.   Tampoco hay un cambio de situación espacial, por consiguiente “Lazarillo” nunca puede ser una novela picaresca, ya que Lázaro logra progresar socialmente y económicamente a lo largo de su vida, aunque no progresa moralmente por los medios poco discretos que utiliza para llegar a su meta.

            A partir de esta novela realista que centra su atención en un personaje como Lázaro que no era perteneciente a la clase noble, o un héroe caballero, surge este tipo de obras como la “Mala Picaresca”, que no marca un progreso en los personajes y un lugar espacial estático.


            Esta narrativa diametralmente opuesta a la de las novelas caballerescas o pastoriles (idealistas), se trata de obras realistas, satíricas, y en cierto modo moralizantes.

Posibles orígenes de la palabra “pícaro”

“picardía”.... lugar de Francia muy pobre, las personas debían acudir a su inteligencia para sobrevivir.


“picar”..... debes sobrevivir picando, buscando comida.


“pica”..... lanza, como forma de salir de situaciones difíciles.


            Literalmente “pícaro” es un adolescente que debe sobrevivir mediante su astucia, por medios poco discretos y tratando de aprovecharse de todo.

            Generalmente es huérfano y nunca progresa.

            Su obra desarrolla temas básicamente religiosos extraídos de la tradición oral de códices devotos latinos o de versiones poéticas francesas como los Miracles de Notre-Dame de Gauthier de Coincy.   Estas composiciones tratan tres grandes temas:

a)         VIDA DE SANTOS:  Vida de San Millán de la Cogolla,  Poema de Santa Oria,  Vida de Santo Domingo
                                              de Silos,  Martirio de San Lorenzo.


b)         POEMAS MARIANOS:  Loores de Nuestra Señora,  El Duelo de la Virgen,  Milagros de Nuestra Señora.



c)          OTROS POEMAS RELIGIOSOS:  Del Sacrificio de la Misa,  Los Signos del Juicio Final, Himnos.



            Son sin duda los Milagros de Nuestra Señora la obra más difundida y valorada de Berceo, se trata de veinticinco poemas en los que la intercesión milagrosa de la Virgen salva a sus devotos concediéndoles el perdón.   Refleja la gran devoción que suscitó la figura de la madre de Cristo, abogada de los desheredados, ya desde el siglo XI.


ARCIPRESTE DE HITA:

Maese  Juan Ruiz, arcipreste de Hita, floreció a mediados del siglo XIV, como lo prueban las fechas de los códices de sus libros, que hoy se encuentran conservados; pero ha sido imposible precisar su lugar de nacimiento, si Alcalá de Henares o Guadalajara.

           
            Como suele ocurrir con todos estos poetas primitivos de Castilla, poco o casi nada se sabe de él, se sabe más de lo que en sus obras se puede aprender.


            Y lo que de su libro se puede deducir, es que lo compuso en la cárcel, donde por ignoradas razones le hizo encerrar el cardenal don Gil, arzobispo de Toledo, eminente personalidad de la iglesia española, que fue consagrado por uno de los papas de Aviñón a mediados del siglo XIV.


            Mientras esta eminencia ocupó la sede Metropolitana de Toledo, tuvo preso al Arcipreste, durante trece años, y fue en su calabozo donde compuso su obra “El Libro del Buen Amor”.





Bibliografía



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